Psicología

LECTURA Y COMPRENSIÓN LECTORA

La pasada semana compartí en El Rincón de los videoconsejos este vídeo. En él presentaba una serie de consejos generales para las familias con el objetivo de ayudar en la comprensión lectora de hijos e hijas.

 

A raíz del vídeo me llegaron mensajes y preguntas diversas sobre la comprensión lectora y cómo poder ayudarles. Así que, para orientar un poquito más, os presento un artículo más completo.

 

Antes de nada, quiero aclarar un aspecto que es fundamental tener en cuenta:

 

El nivel de desarrollo y ritmo de aprendizaje de los menores es fundamental y debe ser respetado. Por ello adaptarse al mismo es clave.

 

Esto es un aspecto muy significativo a la hora de trabajar la comprensión lectora de nuestros hijos e hijas. Su ritmo de aprendizaje y de lectura será clave para dar el paso a la comprensión. Evitando y controlando situaciones en las que se fuerce llegar a un nivel al que aún no se están preparadas.

 

Como vemos en menores, la lectura comienza con la identificación de las diferentes letras. Una vez esto pasamos a la unión de letras formando sílabas, llevando así una lectura silábica.

 

¿Os suena? “P-A, PA – T-O, TO, PA…TO” leyéndolo de manera pausada.

 

Según se va avanzando esa lectura deja de ser silábica a ser más completa y rápida en la lectura de la palabra. Aquí ya hay menores que leen “PATO”, les resulta más fácil la interpretación y representación de la palabra leída.

 

Así se va avanzando de frases muy breves (2-3 palabras, “EL PATO NADA”) a la complejidad de más palabras por frase. Y de ahí a pequeños textos.

 

En los centros escolares, este proceso de enseñanza – aprendizaje de la lectura (como la conocemos) comienza alrededor del último curso de infantil y primero de primaria, con niños de 5 a 7 años. Antes se van enseñando las letras independientemente y las grafías). Pero como he dicho antes…

 

Cada menor es diferente, tiene sus ritmos y niveles de desarrollo y aprendizaje. Por ello no hay que preocuparse si nuestra hija o hijo finalizan infantil con un nivel de lectura muy inicial, o sin leer.

 

Con respecto a todo esto… Aquí va el primer consejo, de los que os voy a dejar, de este artículo:

  • NO COMPARÉIS ENTRE MENORES

Este es un error que comenten muchas madres y padres. A veces la puerta del cole y las reuniones de los cumpleaños, por ejemplo, llevan a hablar de cada menor. Señalando lo que saben o no hacer. Y esto genera tensión y angustia en familias cuando ven que sus peques no están al mismo nivel que el de alguno de sus compañeros o amigos. ¡Tranquilidad!

 

Cada persona es diferente. Las comparaciones no son buenas. Evitadlas y centraos en ver cómo avanza vuestro hijo o hija. Y hablar con su docente si lo consideráis oportuno (es más ellos os avisarán si lo consideran necesario).

 

Las comparaciones llevan a situaciones de tensión, e incluso de “forzar” a que menores hagan cosas para las que aún no están preparados. Así que, pasito a pasito. Seguid y respetad su ritmo para irle dando poco a poco aquello que necesite según avance.

  • CONOCED CÓMO SE ESTÁ TRABAJANDO EN EL AULA

Es importante que haya un equilibrio en los diversos contextos de aprendizaje.

 

Evidentemente, hay menores con un ritmo y demandas de aprendizaje mayor que otros. Esto se puede trabajar para enriquecer y motivar, pero siempre hablando con docentes o profesionales que guíen.

 

Con respecto a los contextos, decir que saber qué pasos se siguen en el aula, cómo están las maestras trabajando la lectura y la comprensión es significativo. Gracias a ello habrá ese equilibrio y no se descolocará a los pequeños con diferentes métodos.

 

Aquí siempre pongo el ejemplo de las restas y las diversas formas en que se pueden enseñar. Las madres y padres hemos aprendido de una manera, en el cole emplean otra y si no lo entendemos bien, damos órdenes y pasos diferentes para la resolución.

 

De ahí, la importancia de conocer qué estrategias siguen en el aula para apoyar en ese aprendizaje y reforzarlo desde el hogar.

 

Una vez que en el hogar vamos a leer y trabajar la comprensión lectora, es importante seguir algunas de estas estrategias.

  • BUSCAD LECTURAS ATRACTIVAS PARA CADA MENOR

En ocasiones los padres y madres compramos libros que nos gustan a nosotros porque nos resultan interesantes. Además, pensamos que a nuestras hijas o hijos les van a gustar. Pero pueden no ser acordes a sus gustos e intereses.

 

Dejadles ver y elegid libros acordes a su edad. Llevadles a la biblioteca o a la librería, para que estén más motivados en el momento de ponerse a leer.

 

Las personas adultas tenemos temáticas, tipos de literatura, escritores, etc, entre nuestras preferencias. Cada menor también. Aunque no lo compartamos, porque a nosotras no nos resulte atractivo, no quiere decir que no nos sirva ni sea representativo.

 

Si queréis algunas recomendaciones sobre este tema y favorecer la lectura de los hijos, os dejo este videoconsejo de hace unos meses.

  • LEED CON ELLOS EN VOZ ALTA

En el inicio de la lectura es muy importante leer con cada menor.

 

En las aulas, las maestras y maestros leen con el alumnado en voz alta. Les guían y ayudan en ese proceso, corrigiendo errores de pronunciación, de manera que se refuerce el aprendizaje.

 

En los hogares también hay que leer con ellos en voz alta. Escucharles en su proceso lector y guiarles en su lectura. Así como corregir algunos errores de pronunciación, entonación, signos de puntuación.

 

  • GUIAD EN QUE PREGUNTEN LO QUE NO ENTIENDEN

Preguntar lo que no se entiende es muy importante. En ocasiones, sacamos el significado por el contexto. Sin embargo, hay veces en que algunas palabras son claves y si no se entienden, la cosa puede pintar muy mal.

 

Guiad a cada menor en que pregunte aquellas palabras o frases que no entienden. Y así se les facilita la comprensión de los textos.

 

Desde el hogar podemos favorecer esta pauta. Por ejemplo, planteando textos o frases en las que introduzcamos algunas palabras que sepamos que no van a entender, para así guiar en la importancia de preguntar sobre ellas.

 

Os aconsejo que si no preguntan por esas palabras y pensáis que no entienden el significado, les preguntéis por ellas. Así se guía en ese proceso y se orienta en el valor de saber el significado de las palabras.

  • PREGUNTAD SOBRE LO LEÍDO

Para saber si hay comprensión lectora, es importante guiar en el planteamiento de preguntas directas y breves sobre el texto. Preguntas tipo: ¿Quién es el protagonista? ¿Dónde sucede? ¿Qué sucede? ¿Cuándo sucede? ¿Qué ocurre al final? ¿Quiénes están?¿Qué tiempo hace?

 

Con este tipo de cuestiones se trabaja la atención en la lectura, recordar lo leído y comprenderlo a través de esas preguntas.

 

Orientad a los menores que se pregunten sobre el texto y den respuesta a cuestiones de este tipo. Inicialmente desde el exterior, es decir planteándolas padres y madres, para después orientar en que se las hagan ellos mismos.

  • RESÚMENES

Para saber si hay o no comprensión lectora uno de los recursos que se emplean son los resúmenes. Reflejar de manera breve, resumida o gráfica lo leído empleando diferentes recursos.

 

Se puede pedir que hagan resúmenes escritos cuando son más mayores. No obstante, se les puede iniciar en la representación gráfica a través de dibujos que muestren lo leído.

 

Por ejemplo, con los más pequeños podemos indicar una descripción breve de una persona (ropa que lleva y color de la misma, tipo de pelo…) y pedirles que lo dibujen.

 

Poco a poco podremos ir dificultando esos textos y por lo tanto las representaciones. De ahí pasar a resúmenes orales, para posteriormente llegar a los escritos cuando haya un nivel de lectoescritura adecuado.

 

Para finalizar este artículo, sí que quiero dejar claro una serie de puntos:

  • Conoced el nivel de desarrollo y ritmo de aprendizaje de nuestro hijo o hija.
  • Mantened contacto con docentes para seguir pautas comunes y dar así una estabilidad en ese aprendizaje.
  • La lectura y comprensión lectora requiere de tiempo diario y conjunto.
  • En caso de dificultad de aprendizaje, hablar con docentes y buscad ayuda profesional para atenderla lo más pronto posible.

 

La lectura y la comprensión lectora es una de las bases del aprendizaje, por ello hay que trabajar en ella.

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