Psicología

¿ESTÁN LOS ALUMNOS MOTIVADOS?

– «¿Para qué me voy a aprender todas estas fechas si realmente las puedo buscar cuando las necesite?»

– «¿Para qué me va a servir estudiarme las integrales?»

– «¿Para qué me voy a estudiar el mapa físico de Europa si no me sé el físico de España?»

– «¿De qué me va a servir estudiarme todo esto?»

 

Os suenan estas preguntas, seguro que muchos de vosotros (madres, padres, docentes, profesores de academia, orientadores o psicólogos educativos) la respuesta que daréis sea: Sí.

 

En mi caso, me encuentro cada día con preguntas de este tipo y afirmaciones sobre lo que se debe o no estudiar, desde el punto de vista de los estudiantes. Además, voy a hacer una aclaración, no son solo los adolescentes los que muestran estas ideas, también niños de 5º y 6º de primaria, y por desgracia en cursos menores.

 

¿Por qué los estudiantes manifiestan estas expresiones?

 

Evidentemente, las respuestas que aquí se pueden dar variarán significativamente dependiendo de la edad, intereses, experiencias académicas, relación con los profes, etc. Sin embargo, uno de los ejes fundamentales será la motivación.

 

Si los alumnos no están motivados por el aprendizaje, cada día se les hace una montaña asistir al centro escolar, seguir el ritmo del aula y, por supuesto, de estudiar en casa ya ni hablamos (aquí, en muchos casos, se convierte en una lucha diaria entre padres e hijos).

 

La motivación es uno de los pilares básicos para el aprendizaje, es el motor que nos empuja a hacer cosas, interesarnos por conocer más, llevar a cabo acciones adecuadas, planificar tiempos, resolver dudas, etc.

 

Si la motivación es tan importante y debe ser una de las bases para aprender…

 

¿Por qué nos encontramos con alumnos tan desmotivados?

 

Algunos de los motivos de esa falta de motivación pueden ser los siguientes (evidentemente, se pueden añadir más):

 

  • Falta de aplicación de lo aprendido. No ver que lo aprendido se puede poner en práctica o emplear en su vida diaria o en su futuro más inmediato.

Los libros se llenan de contenidos, de ejercicios alejados de la realidad que viven los estudiantes, de tareas que en ocasiones son un simple copia-pega de las líneas de texto. Esto supone un alejamiento para ellos, un «para qué me sirve», un mero «lo voy a hacer porque es lo que toca, pero sin más».

  • Repetir contenidos durante cursos. Sí, pasan los años y hay contenidos que se repiten curso tras curso, ampliando cada año un poco más.

Para muchos estudiantes es: “otra vez lo mismo”. Un ejemplo de esto es inglés, los alumnos comienzan los cursos estudiando las mismas partes de gramática, sobre todo se refleja en secundaria. Aquí te dicen: “es que todos los años es lo mismo, empezamos con presente simple, verbo to be…, lo que cambiamos es el vocabulario.”

  • Aprendizaje memorístico. Ya lo hemos mencionado en otras ocasiones a lo largo del blog, los estudiantes aplican un aprendizaje de memoria, de estudiar para soltarlo en el examen y se acabó, al cabo de un tiempo lo he olvidado.

Este tipo de aprendizaje es aburrido, repetitivo y poco eficaz. La tendencia es leer y leer, plasmando en el papel literalmente lo estudiado. Hay una falta de comprensión, de ir más allá, de reflexionar, razonar y explicar diversos contenidos. Estos últimos aspectos sí ayudan en un futuro, ya que en la vida habrá que explicar motivos, razonar y valorar, porque no todo está en los libros.

  • Ausencia de estrategias de aprendizaje. Este aspecto está muy relacionado con el anterior. Muchos alumnos no saben estudiar, planificarse, ni distribuirse tiempos y contenidos.

– Si no sé aprovechar el tiempo, me aburro.

– Si no sé cómo hacer un esquema y leo muchas veces lo mismo, me aburro.

– Si no sé cómo distribuir los contenidos, me agobio y abandono.

– Si no sé focalizar la atención durante periodos de tiempo, me aburro y distraigo con cualquier cosa (incluidos los pensamientos).

– Si no sé distribuir el tiempo entre estudio, ocio y descanso, me frustro.

 

Como estas expresiones podemos encontrarnos muchas más… Los alumnos necesitan de una buena planificación, distribución del tiempo y contenidos, para ver su avance, para controlar las frustraciones y para que vean que pueden hacer cosas diferentes, en vez de estar toda la tarde en su habitación estudiando o mirando las hojas de libro y apuntes.

  • Clases pasivas. Vivimos en un mundo de movimiento, de inmediatez, de acción y cambio. Esta es la vida de los estudiantes, ya sean de primaria o secundaria.

Las clases en las que hay monotonía, no se plantea debatir, participar o actuar, se convierten en clases aburridas, en las que muchos alumnos desconectan desde el primer momento y les cuesta volver a entrar en ellas. Esto hay que tenerlo en cuenta y actuar sobre ello. Si queréis contar con recursos y herramientas para emplear en las aulas, os recomiendo el blog Justifica tu respuesta de Santiago Moll.

  • Falta de estímulos atractivos y rompedores en las aulas. Muy relacionada con lo anterior.

Los alumnos demandan estímulos nuevos, diferentes, que rompan sus esquemas a lo habitual y les motiven a prestar atención. Sí, comenzar la clase con una pregunta, una búsqueda de información, con un objeto, juego o personaje, esto hará que el alumnado se fije, atienda y esté pendiente de lo que va a suceder.

 

No solo eso, plantear en las aulas debates, trabajos en equipo, presentaciones y exposiciones, hará que los alumnos sean más activos, les llevemos por un camino para razonar y reflexionar, para trabajar la expresión oral y habilidades sociales, aspectos que sí son aplicables en su día a día y en su futuro.

 

Ahora bien, con todo lo expuesto hasta aquí, no quiero decir que todos los alumnos están desmotivados, porque no es cierto. Hay muchos alumnos con curiosidad, que se implican, que tienen interés y que buscan herramientas para mejorar su rendimiento académico. Y de ellos, en muchas ocasiones, es importante «tirar» porque podrán motivar y «enganchar» a sus propios compañeros.

 

Es importante que las aulas se llenen de alumnos motivados, que tengan curiosidad e interés por aprender más y descubrir. Y esto, es un trabajo en el que todos estamos implicados (profesores, alumnos, madres, padres, orientadores y profesionales vinculados en este tema).

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Un comentario

  1. La generación más hiperestimulada de la Historia – Noelia López

    16 Mar 2017 - 11:29 am

    […] La pasada semana María Jesús Campos, psicóloga (@mariajesuspsi), me etiquetó en uno de sus artículos en Twitter que me pareció interesantísimo y que hablaba de la MOTIVACIÓN: “¿Están los alumnos motivados?” […]

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