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I ENCUENTRO LUDOCENTES

El sábado tuve la oportunidad de disfrutar del I Encuentro Ludocentes, que se celebró en el Colegio Leonardo Da Vinci de Moralzarzal (Madrid). Un evento diseñado para conocer diferentes (y muchos) juegos de mesa, compartir y jugar (sobre todo JUGAR).

 

He de confesar que la idea de jugar única y exclusivamente, sin tener otras actividades como charlas o formaciones, de las que estar pendiente para asistir porque te interesan, es fantástico.

 

¿Por qué?

Porque ir a jugar y conocer juegos te permite sentarte tranquilamente con tu grupo de amigos o compañeros de partida, sin una hora fija en la que levantarte para ir corriendo a una sala donde hay un taller o charla.

Así disfrutabas del juego tranquilamente, lo analizabas o hablabas de él sobre las posibilidades que cada uno le veía en su práctica profesional.

 

Y digo práctica profesional, porque a estos eventos no tienen por que asistir únicamente maestros o profesores, pueden asistir profesionales de diferentes ámbitos que empleen o tengan interés en conocer más sobre los juegos de mesa y sus aplicaciones en su práctica profesional.

 

Como bien sabéis, los que me seguís y leéis este blog,  yo soy psicóloga y empleo juegos de mesa como recurso en mis talleres formativos y terapia con menores. Por lo tanto, este evento me venía de perlas para conocer más sobre algunos juegos o novedades, así como indagar sobre algunos de los que no tenía ni idea (confieso que no me conozco el catálogo de todas las editoriales).

 

Volviendo al evento, hay que decir que la organización fue muy buena, y desde aquí aprovecho para felicitarles por el trabajo previo que han llevado a cabo y por el trabajo que realizaron allí el sábado. Porque esto no se hace de un día para otro, requiere de esfuerzo, tiempo y moverse para contactar con muchas personas (editoriales, centro educativo, voluntarios…).

 

¿Qué fue lo que más me gusto?

Creo que ya he dejado claro el primer punto que os voy a mostrar, pero hay más:

  • Poder jugar a muchos juegos y dedicar tiempo a conocerlos en profundidad y ver las aplicaciones que tienen.
  • Disponer de una gama amplia y fantástica de editoriales. Allí estaba Mercurio, Haba, Manu Palau con sus juegos de Brain Picnic, Kibo, SD Games, Devir, Cayro, Lúdilo, Goliath, Tranjis Games y Átomo Editorial.
  • Juegos seleccionados. Sí, las editoriales no llevaron todos sus juegos, evidentemente, había una selección de los mismos y la verdad que era bastante acertada.
  • Contar con personas que mostraban y explicaban los juegos. Poco tiempo invertido en la lectura de reglas ( a ver que algunas se leen y no pasa nada, forma parte de emplear juegos), pero esto permitía también  aclarar dudas o indecisiones sobre el juego a personas que lo controlan perfectamente. Además, esas explicaciones corrían a cargo de personal de las editoriales, así como de voluntarios, el propio equipo de ludocentes (Ruth, muchísimas gracias por la explicación del Sagrada y la partidita) y unos pequeños voluntarios que hicieron una labor de adultos explicando los juegos (fantástico el equipo de niños y niñas que colaboraron y explicaban fantásticamente).
  • Ficha de análisis de juegos. Sí, contábamos con una ficha en la que a partir de probar un juego se anotaban en qué materias se podría aplicar, capacidades, destrezas… Esto permitía hacer un análisis más profundo del juego.
  • Reparto en aulas de las editoriales. Cada editorial tenía su espacio, con sus juegos y sus mostradores. Esto facilitaba mucho el ir donde se tenía más interés o en ir en busca del juego que se tenía muchas ganas de probar (nos pasó con algunos, y al final lo conseguimos).
  • La ludoteca. En el comedor se contaba con una ludoteca, con los juegos de las aulas, pero de acceso libre (bueno, una persona de la organización te lo daba a cambio de entregar un DNI del grupo). Podías coger el juego, te leías las instrucciones y a jugar (aquí no había personal mostrándolo).

Como podéis ver, Ludocentes fue un encuentro en el que descubrir y explorar juegos, hablar, compartir y analizar las posibles aplicaciones que los juegos probados tienen en la práctica profesional de cada uno.

 

Además de lo señalado, para mi el evento tenía otro punto positivo (que otros no compartirán y lo respeto) y era asistir sin niños. Considero que esto profesionalizaba mucho más la jornada, ya que quienes estábamos íbamos a aprender, a probar, a compartir y a analizar lo allí presentado para nuestros trabajos.

 

Y ojo, que me encanta asistir con mi hija a eventos de juegos (la pasada semana estuvimos en las LES), pero creo que hay eventos más familiares y este desde mi punto de vista no lo era.

 

Así que, desde aquí felicito a la organización de Ludocentes (Dani, Ruth, Julia, Diego y más), a los voluntarios (Ludiversia), a los peques que mostraban juegos y a las editoriales por el día que nos ofrecieron.

 

PD. Felicidades también a la cafetería del colegio por su atención, disponibilidad, amabilidad y por su deliciosa tortilla de patatas.

 

 

 

 

 

 

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Comentarios (2)

  1. Dácil Isabel Muñoz Porta

    18 Sep 2018 - 8:49 pm

    Que pena no haber podido ir. Suena muy bien. Estoy de acuerdo contigo que a unas jornadas orientadas al desarrollo profesional de los asistentes hay que ir sin niños para poder poner toda tu atención en las dinámicas que se desarrollan. Otra cosa con las jornadas lúdicas como las LES, aunque también tengan parte de aprendizaje.

    • María Jesús Campos Osa

      19 Sep 2018 - 8:05 am

      Buenas Dácil,
      Estuvo muy bien el evento… Es cierto que en las LES u otros eventos juegas y aprendes, pero lo cierto es que disfrutar de una jornada de juegos más diseñada para el aprendizaje y desarrollo profesional tiene que estar enfocada como estaba esta.
      Seguro que en otra nos vemos.
      Muchas gracias por el comentario!!

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