Hace unos meses descubrí gracias a Noemí Blanch, Nine Tiles, un juego japonés en el que la agilidad manual, percepción visual y atención juegan un papel clave. Me pareció tan interesante y le vi con gran utilidad para mis terapias con menores, que no tardé en encargárselo a Michael, de Cuarto de Juegos, y en unos días él me lo tenía.

Volviendo al juego, Nine Tiles es un juego de la editorial Oink Games, cuyo autor es Jean – Claude Pellin y diseñado por Jun Sasaki. Os aseguro que uno de los puntos positivos (entre los muchos que tiene) de este juego es su tamaño, pequeñito y perfecto para llevar en el bolso.

Sin ir más lejos, hace unos fines de semana viajé con la pequeña en tren y lo llevé porque es muy transportable, no exige grandes explicaciones y se juega de manera tranquila, aunque la partida es ágil e intensa. Y aquí os dejo muestra real de ese momento y así veis el tamaño comparado con otros juegos que quizá os sean más familiares.

Os explico un poquito de este juego… Está formado por 30 cartas en las que aparecen la distribución de nueve figuras (como podéis ver en la imagen del principio) y repetidas algunas de ellas formando una cuadrícula de 3X3. Cada jugador (pueden jugar hasta cuatro personas) cuenta con 9 losetas, conteniendo cada una de ellas en ambos lados una de las figuras, pero diferente en cada cara de la loseta. Aclarar una cosa, todos los jugadores tienen las mismas 9 losetas, diferenciadas por uno, dos, tres o cuatro puntitos en las esquinas para diferenciar así a cada jugador.

El juego consiste básicamente en imitar la carta central que ha sido descubierta. Cada jugador debe distribuir sus nueve losetas con las imágenes correspondientes, de manera que haga la cuadrícula 3X3, siendo esta exactamente igual que la carta central.

El primer jugador en representar esa carta, la tapa con su mano, dice tiempo y se corrige. Si está bien, el jugador se queda con esa carta.

Gana la partida quien consiga cuatro cartas (esto lo recoge el juego). Sin embargo, podéis hacer adaptaciones en las reglas y que gane el que tenga el mayor número de cartas usando las 30, o el primero que llegue al número de cartas que se pueda establecer conjuntamente entre los jugadores. Ya sabéis la idea de adaptar alguna regla del juego acordándolo entre todos los participantes al inicio del juego

Si queréis ver una experiencia en vivo con una menor de siete años en terapia, aquí tenéis el vídeo que grabé mientras jugábamos las dos. Os confieso que a la niña se la dio muy bien durante la terapia (esto es un ejemplo) y es un recurso que la encanta y con el que trabajamos y potenciamos aspectos diversos adecuados a sus necesidades.

¿Por qué me gusta Nine Tiles?

Porque es un juego con una mecánica sencilla, con unas reglas simples y rápido, pero con un potencial fantástico para trabajar diferentes aspectos y capacidades de las personas.

¿Qué me permite trabajar Nine Tiles?

Nine Tiles, como juego, con el que pasar un rato divertido y algo intenso (todo hay que decirlo) está genial y os lo recomiendo (así fue como lo descubrí). Sin embargo, a mí me sale mi vena psicóloga educativa que trabaja dificultades con los menores y veo más aspectos a trabajar a través del juego.

Así que, en terapia en qué aspectos me permite hacer hincapié y reforzar Nine Tiles:

• Atención

Es un juego en el que debes prestar atención a la carta central, e incluso ser capaz de fotografiarla mentalmente para ser más rápido a la hora de montar la cuadrícula y no tener que mirarla continuamente. Así que, aquí también juega un papel importante la memoria fotográfica.

• Memoria a corto plazo

Veo algo, lo fotografío mentalmente y lo recuerdo para un tiempo muy breve e inmediato, porque a continuación cambia la carta y debo retener otra estructura. La memoria que exige este juego es muy inmediata, para unos segundos, pero nos permite trabajarla y reforzarla de manera divertida y diferente (no es aprender un texto en unos segundos o minutos)

• Agilidad manual

Rapidez y destreza a la hora de colocar las cartas, cambiarlas de lugar y voltearlas. Este es uno de los requisitos del juego, ya que ganará el que antes las coloque acorde al modelo. Pero esto se consigue mejor gracias al siguiente punto,

• Percepción visual

Este es uno de los puntos fuertes de este juego y en el que usado en terapia se convierte en un recurso muy potente para trabajar varias dificultades perceptivas (problemas de coordinación visual, orientación espacial, integración binocular, lateralidad), que conllevan a su vez dificultades de lectoescritura.

Este juego ofrece al menor un refuerzo y enriquecimiento perceptivo, que trabajado junto a otros recursos y elementos en terapia, resultan muy beneficiosos para atender a esas dificultades de aprendizaje.

• Coordinación óculo-manual

Como os podéis imaginar y según lo leído a lo largo del artículo, esta coordinación es clave para el desarrollo del mismo. Mirar una carta central y manipular las nueve losetas simultáneamente requiere de una buena coordinación.

En terapia este juego me ha permitido conocer la coordinación de muchos menores durante el desarrollo del mismo, ya sea a la hora de realizar la cuadrícula en tiempo, en distribución, así como en la orientación espacial entre la carta y su espacio de actuación.

Añadir además, que cuando hay problemas de lectoescritura, se ve en ocasiones en la copia de textos o enunciados, percibiendo así esa coordinación óculo-manual de los menores y como en ocasiones les lleva a cometer errores ortográficos, de distribución del espacio con las letras y palabras, etc. Con Nine Tiles podemos reforzar este aspecto de manera más divertida para los menores.

Como podéis ver, Nine Tiles ha sido todo un descubrimiento para mí. Un juego pequeño y de mecánica sencilla, pero con un potencial enorme y con el que puedo reforzar y trabajar dificultades diversas de los menores, adaptándome así a sus necesidades y objetivos planteados en la intervención.

PD. También es un juego fantástico para disfrutar en familia y con amigos.