Psicología

EL VALOR DE LA CONFIANZA EN UNO MISMO

Confianza en uno mismo… ¡Vaya expresión! Todo lo que guarda y conlleva consigo… Y vaya esfuerzo que requiere trabajar en ella en muchas ocasiones…

 

La confianza es un aspecto fundamental en el desarrollo de las personas, su autonomía, independencia y autoestima.

 

A qué nos referimos cuando hablamos de confiar en uno mismo. Pues bien, a la percepción personal que se tiene acerca de la posibilidad y capacidad de desarrollar acciones, adquirir contenidos, relacionarse con cierta seguridad… Resumiendo… «Lo voy a hacer/intentar porque puedo».

 

Ahora bien, cuando se habla de esa confianza en uno mismo entran en juego diferentes aspectos que influyen en ella. Entre ellos:

  • Percepción que se tiene en las propias capacidades y habilidades.
  • Valoración de las posibilidades para realizar determinadas conductas.
  • Análisis del grado de dificultad y exigencia que supone lo planteado.
  • Concepto y valoración personal.
  • Motivación por realizar lo propuesto.
  • Miedo al fracaso y al error.
  • Autoestima.

Como se puede ver, hay muchas áreas implicadas. Sin embargo, es importante que todo ello se pueda trabajar desde que los menores son pequeños, para que así ganen confianza a lo largo de su desarrollo y de los años.

 

¿Cómo se puede conseguir que ganen confianza en ellos mismos? Pues bien, para ello os voy a ir presentando una serie de consejos.

 

CONSEJO 1. PASO A PASO

 

Paso a paso, poquito a poco. Ofreciéndoles la oportunidad de realizar acciones simples, breves, de manera autónoma. Acciones que se sabe que pueden realizar sin dificultad.

 

Un ejemplo muy sencillo a nivel académico sería el siguiente. Muchos padres y madres manifiestan que sus peques necesitan que estén con ellos, que les vigilen y estén ahí durante el desarrollo de deberes. Pues bien, para fomentar esa autonomía, y que ellos confíen en que pueden hacerlo solos, se puede plantear la opción de dejarles solos haciendo aquello que sabemos que hacen bien, como pueden ser las sumas. Darles unos minutos, decirles que ellos saben hacerlo solos y que volvemos para revisarlo.

 

Si lo consiguen, cómo pensáis que se sentirán. Evidentemente, muy bien. Aquí se está trabajando esa confianza. Cada día se puede plantear un poquito más y verán que pueden realizar aquello que se les va presentando.

 

CONSEJO 2. CONOCIENDO SU NIVEL DE DESARROLLO

 

No es lo mismo un niño de cinco años que uno de diez. Eso está claro. Por lo tanto, las características y nivel de desarrollo influirá a la hora de trabajar esa confianza en ellos. Así que, tener en cuenta estos aspectos es clave.

 

Vamos a imaginar, por ejemplo, que queremos que vean que son capaces de realizar tareas domésticas, como ayudar a hacer un bizcocho, porque les encanta la cocina y repostería. Les podemos dejar al cargo de alguna de las acciones y pasos. Teniendo en cuenta su edad, podemos dejar que pesen los ingredientes, que tamicen, que pongan el horno, usen la amasadora… Y esto se puede hacer dejándoles en algún momento solos en la cocina o con ellos.

 

Ellos verán que confiamos en sus capacidades. Pero también empezarán a ver que ellos pueden y ganarán confianza en plantear llevar a cabo estas acciones en futuras ocasiones.

 

CONSEJO 3. ADAPTADO A SUS NECESIDADES

 

Aquí entran en juego muchos factores… Desde estados emocionales, como el miedo, así como otro tipo de dificultades, como por ejemplo académicas. Conocer esa necesidad específica ayudará a plantear acciones en las que se parta de un nivel muy bajo de exigencia, y poco a poco se vaya aumentando.

 

Imaginad un menor con dificultades de comprensión lectora. Si sus experiencias son negativas, siempre contesta erróneamente, no entiende lo que está leyendo…, no confiará en él, además de sentirse triste o frustrado. Si le pedimos que lea puede negarse y decir que no sabe y no puede. Pues bien, en este caso habrá que ir de menos a más, adaptándose a esa necesidad.

 

Así, por ejemplo, se pueden comenzar a leer las frases del texto. Una vez leída dos o tres (según el tipo de texto) se puede preguntar por el protagonista, qué ha hecho, dónde está, con quién… Preguntas muy dirigidas, directas y breves, fáciles de encontrar y que ayudarán a ir recordando y comprendiendo lo leído. Igualmente, a medida que vaya leyendo se pueden ir anotando en un papel los personajes, lugares o hechos llamativos. De manera que cuando haya que retomar la historia se tenga un apoyo visual.

 

CONSEJO 4. EVITAD FORZAR

 

Si forzamos y ellos no se ven capaces, la confianza caerá. De ahí que se vaya pasito a pasito, que les planteemos la opción de realizar esa tarea simple, una vez hecha se refuerza y así se puede aumentar un poquito la exigencia de los que se puede hacer.

 

Volvemos al ejemplo del tiempo de estudio de manera independiente. Que un día haga tres sumas sin ayuda, no significa que al día siguiente realice solo toda la tarea. No se puede forzar en el hecho de «hoy tú solo todo», así de un día para otro. Esto no. Al día siguiente plantearemos un poquito más, o simplemente las sumas. Es importante que él vea de manera continuada que lo puede hacer. Por ello mantener durante unos días algo y una vez conseguido, ir exigiendo gradualmente más.

 

Como se puede ver, la confianza es muy importante a la hora de desenvolverse de manera autónoma e independiente, de sentirse bien con uno mismo, de intentar hacer cosas nuevas y vivir experiencias diversas. Pero siempre respetando necesidades, ritmos, caminando de menos a más y sin forzar. Porque esto último puede generar el efecto contrario.

 

Si queréis conocer más sobre el tema, os dejo este videoconsejo que grabé hace un tiempo. Igualmente, recomiendo El cerebro del niño explicado a los padres, un libro de Álvaro Bilbao que tiene un capítulo dedicado al tema muy interesante.

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