CÓMO TRABAJAR LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA
Cómo trabajar las faltas de ortografía es una de las demandas que me llega por parte de familias, incluso de docentes. Las faltas de ortografía es algo común en menores, sobre todo cuando comienzan con la lectoescritura. Sin embargo, hay adolescentes que tienen faltas de ortografía muy importantes, que reflejan esa carencia de base y falta trabajo sobre las mismas.
Trabajar sobre la ortografía desde la etapa primaria es importante. Y por supuesto se verá reflejado a medida que se avancen cursos, se vaya escribiendo más y más para diferentes entornos (escolar, personal, laboral…).
En muchas ocasiones, las faltas de ortografía se convierten en un horror para muchos estudiantes. Y cómo trabajar las faltas de ortografía será determinante. Ya que el método elegido por los docentes, e incluso por la familia, consiste en repetir una y otra vez el error cometido. ¿Quién no recuerda haber copiado 20 o 30 veces palabras con fallos ortográficos? Seguro que muchos lo vivisteis en vuestra etapa escolar.
Pues esto se sigue haciendo hoy día, con la idea de que repetir y repetir ayudará. A veces, se queda la palabra por fotografiarla de tanto escribirla (pero reconozcamos que es una tarea muy desagradable). Además, no es el método más aconsejable, ya que los efectos de rechazo hacia la escritura pueden ser considerables.
Sin embargo, buscar alternativas, dinámicas y actividades diferentes para trabajar esos errores puede ser más enriquecedor y gratificante para los menores.
Este artículo tiene como objetivo compartir una serie de actividades sencillas, agradables, divertidas y con buen resultado a la hora de trabajar las faltas de ortografía.
Además, la intención es poder dar ideas a docentes y a algunas mamás y papás, que en ocasiones ya no saben qué alternativas buscar para orientar a los hijos con las famosas faltas. Y por qué no decirlo, gracias a María González, que tras una charla hablando sobre faltas de ortografía, le planteé algunas ideas y ahora me gustaría compartir esas y más con vosotros.
Así que, sin más, aquí están mis propuestas:
- Visual Thinking. Reflejar aquellas palabras en las que se cometen falta con la imagen correspondiente, en la que poder ver qué letra es la correcta.
Por ejemplo, «ver» se escribe con “v”. Si ponemos la forma de la nariz o de unos dedos entre los ojos, formamos una «V». Vaca, de animal, se escribe con “v”, y qué tiene una vaca en la cabeza, unos pequeños cuernos que nos muestran esa «v» de la que parte su nombre. ¿Queréis más? Jirafa se escribe con «J», y si nos fijamos las jirafas tienen un cuello largo que se une a su cuerpo formando una «J» mayúscula perfecta…
Como estos se pueden presentar muchos más ejemplos, vistosos, sencillos de llevar a cabo y divertidos. Y sobre todo, y lo más importante, que se pueden adaptar a cada menor y sus necesidades. Además, que elijan la imagen o forma de la misma, de manera que les sea más sencillo para recordar.
Si queréis conocer un poco más sobre esto, buscar ortografía ideovisual (aporte de mi querida Ruth Cerdán) y encontraréis manuales al respecto con fichas. Sin embargo, para mí es más sencillo elaborar mis propio diccionario visual con cada menor con el que intervengo. Pero, oye, cada maestrillo tiene su librillo y sus recursillos.
Este recurso ayuda porque conseguimos que el niño o la niña fotografíe de un solo impacto una imagen asociada a una palabra. Lo visual es más fácil de retener mentalmente en muchos casos. Por ello, pueden asociar la palabra a esa parte de la figura cuando tengan que escribirla.
- STOP O LEVANTA EL LÁPIZ. ¿Quién no ha jugado alguna vez a la tabla de escribir palabras que empiecen por una letra? Seguro que a muchos os suena de esas tardes de infancia con familiares o amistades en las que había que buscar un pasatiempo.
Pues bien, elaborar una tabla y colocar en la fila superior categorías como nombre, animal, ropa, comida, ciudad, objeto, color, etc (las que se decidieran). Segundo, seleccionar al azar una letra para escribir palabras en cada categoría y que empiecen por ella. Y así se tiene un juego divertido con el que trabajar ortografía y vocabulario.
Con este material conseguimos que cada menor escriba, piense y reflexione, en ocasiones, sobre qué letra es la adecuada si la «j» o la «g» en la palabra que se quiere escribir.
Os aseguro que es un juego que genera cierta tensión , porque hay puntos (que no lo había dicho).Así que poder crear una competición en casa o en el aula, obteniendo el vencedor del carné de “director” o «guía», para otra partida posterior, puede ser muy motivador.
En ocasiones, con algunos de mis menores empleo tiempo, usando un crono o un reloj de arena, de manera que obligamos a focalizar la atención más y a trabajar sobre una pequeña presión, que lleva a actuar.
- EL AHORCADO. Así lo llamábamos de pequeños (por lo menos en mi entono).
Hacía tiempo que lo tenía olvidado. Hasta que un día mi madre se puso con mi hija a jugar. ¿Os imagináis la de recuerdos que me trajo?
Pues bien, es un juego en el que también se trabaja la ortografía, porque hay que tener claro qué letras forman las palabras que se tienen que descubrir.
Ahora bien, como recurso más educativo y al que poder «sacarle más jugo», podemos guiar mucho la actividad. De esa manera se puede indicar que sean palabras que contengan b o v, g-j, c-z, si son letras donde cometen los fallos los menores. Incluso palabras relacionadas con alguna temática específica que se esté trabajando. A raíz de la misma, poder establecer un pequeño diálogo o análisis de la misma, para así reforzar el contenido de interés.
Por ejemplo, en naturales se está trabajando el proceso de la fotosíntesis, así que una alumna puede poner como palabra a adivinar «savia» (ojo que es con v, no con b, aquí ya trabajamos ortografía). Una vez descubierta se puede analizar y hablar sobre ella.
- CADENA DE PALABRAS. Se selecciona una letra, que se tenga interés, y a partir de ella se pasa un papel en el que cada estudiante vaya poniendo su palabra sin repetir las anteriores.
Para que no sea «pesado» en el aula con más de veinte alumnos y alumnas, se pueden establecer 5 papeles y en cada uno poner una letra. Cuando el alumno recibe el papel, debe leer las escritas y no repetir ninguna de las palabras. Y ojo, cuando algún alumno encuentre algún fallo, detiene la hoja gritando STOP, por ejemplo y se corrige conjuntamente con la clase.
Evidentemente, acerca de cómo trabajar las faltas de ortografía se pueden emplear recursos más habituales en el aula. Por ejemplo, escribir historias o redacciones en las que aparezcan las palabras erradas. De esta manera también se trabaja vocabulario y expresión escrita (otro aspecto a tener en cuenta en el alumnado).
Como se puede ver, hay recursos muy sencillos, que no requieren grandes inversiones ni económicas ni de tiempo. Y es que los materiales que se necesitan son «de andar por casa». Sin embargo, permiten pasar un tiempo agradable, diferente, divertido y de aprendizaje.
Y recordad que aprender jugando es posible.
marisa
Toda la vida nos han hecho copiar 20 veces las faltas de ortografía para que se nos quedaran retenidas en la memoria, pero esto ocasionaba en la mayoría de casos rechazo ante la escritura y frustración.
Ahora se han descubierto que mediante una serie de juegos y dinámicas el niño retiene con mayor facilidad la forma correcta de escribir las palabras.
Como podemos observar las actividades que propone la autora del blog, son juegos a los que todos hemos jugado alguna vez en nuestra vida, y realmente no hemos pensado que tuviera ninguna función más que la de divertirnos. Hay muchos otros juegos con los que podemos aprender ortografía solo es cuestión de echarle imaginación y pensar en cómo nos hubiera gustado aprender a nosotros.
Personalmente pienso que gracias a dinámicas como éstas los niños pueden aprender de forma más divertida y eficaz, ya que cuando a una persona le gusta lo que hace le pone más empeño.
María Jesús Campos Osa
Hola Marisa!
Muchísimas gracias por tu comentario al artículo.
Así es, se pueden emplear diferentes dinámicas y actividades, que no son complejas ni requieren excesivo tiempo, para trabajar la ortografía de manera atractiva y más divertida para los estudiantes. Imaginación y creatividad son claves para buscar nuevos recursos que puedan ayudar, además de contar con profesionales y blogs de gran interés, en lo que poder encontrar recursos fantásticos.
¡Un saludo!
María Jesús Campos