FOMENTAR LA AUTONOMÍA EN VERANO
En estas semanas muchas familias disfrutan de días de descanso, y qué decir de los menores de la casa que llevan desde finales de junio con sus vacaciones.
Durante estos días es importante descansar, cargar pilas y disfrutar de la familia y amigos, realizando actividades que son más complicadas de llevar a cabo durante el año, viajando y visitando lugares, así como regresar al pueblo y vivir las típicas fiestas.
Aparte de todo esto, también se pueden aprovechar estos días y semanas para practicar y enseñar a los hijos nuevas tareas, asignar nuevas responsabilidades acordes a su edad y características, fomentando así su autonomía.
Por ello, a los adolescentes les podemos enseñar y asignar nuevas responsabilidades, que serán determinantes a lo largo de su vida, pero también para la convivencia familiar. Entre ellas:
- Cuidado de hermanos pequeños. Poder llevar o recoger a los hermanos de un campamento de verano, estar con ellos en el hogar mientras los padres están trabajando, etc.
Asumir la responsabilidad de cuidar de otra persona es importante para así pensar y ser consciente de lo que esto supone, asumiendo un papel clave dentro de la familia.
- Comenzar a calentar o realizar algunas comidas. Quién no recuerda esa época en la que uno se calentaba la comida en el microondas al regresar de clase o cuando los padres no estaban en casa hacerse una pizza precocinada.
No solo eso, los chicos y chicas pueden aprender a hacer comidas simples que no supongan complicaciones, les permitan desenvolverse y ser autónomos en aquellos momentos en que los padres no se encuentran en el hogar.
- Poner la lavadora o el lavavajillas. Son acciones simples que facilitan la vida tanto personal (en la actualidad y en el futuro) como al resto de los miembros de la familia (sobre todo a los padres cuando están trabajando).
- Tender, recoger la ropa, doblarla y recogerla. Que sean los propios menores quienes vayan cuidando sus prendas de vestir (muy importante para muchos adolescentes), así como su organización en el armario.
- Otras tareas domésticas. En el hogar hay muchas tareas por hacer (barrer, fregar, poner la mesa y recogerla, colocar las habitaciones, limpiar el baño) por lo que ir introduciendo a los hijos en ello es clave y fundamental.
Es importante pensar en la autonomía e independencia de los hijos, en los beneficios que de cara a un futuro esto les aportará cuando sean adultos y tengan que gestionarlo ellos solos.
Asignar otras tareas a los hijos durante las vacaciones favorece la gestión del tiempo del que disponen, tanto para realizar esas labores como para disfrutar de su tiempo de ocio (con tablet, móvil, ordenador o videoconsola), limitando y controlando así el libre albedrío de hacer lo que ellos quieren cuando quieren.
El listado anterior se ha centrado en recomendaciones para hijos más mayores, sin embargo a los más pequeños de la casa también se les pueden asignar tareas domésticas acordes a su edad.
Entre esas tareas nos encontramos:
- Aprender a hacer su cama. Una de las actividades fundamentales para comenzar a organizar la propia habitación, así como para gestionar el tiempo durante el curso antes de salir al colegio.
- Poner y quitar la mesa. Según las edades podemos ofrecer a los hijos que vayan llevando diferentes elementos (servilletas, cucharas, agua, platos, etc), incrementando poco a poco la responsabilidad de llevar determinados objetos más delicados o peligrosos (cuchillos).
- Ayudar a doblar la ropa y colocarla donde corresponda. Quién no se ha sentado a emparejar los calcetines y hacerlos una bola o coger el truco para doblar camisetas. Sí a los niños hay que irles enseñando a realizar esas acciones.
- Organizar su habitación. No solamente hacer su cama, sino también recoger su mesa, sus juguetes, guardar la ropa, etc. Aunque desde pequeños los niños deben recoger sus juguetes y cosas cuando juegan.
- Recoger la ropa sucia. Colocar en el cesto la ropa para lavar, distribuirla por colores, etc. Puede convertirse en un juego con los más pequeños de la casa.
Tareas domésticas, que son realizadas en el día a día de los hogares, pero que no siempre deben ser llevadas a cabo por los padres o abuelos, los menores deben participar en ellas, deben asumir sus responsabilidades en tareas acordes a su edad y realizarlas diariamente.
Hay que respetar sus características y sus tiempos, por lo que hay que empezar a olvidar la frase: “ya lo hago yo, que tardo menos”.
Empleando esta frase se fomenta la dependencia de los hijos, se genera una carga a los padres para realizar las cosas y se desencadenan conflictos futuros porque los menores no realizan actividades, buscando la manera y excusas para que termine haciéndolo el adulto.
Aprovechemos estar en el hogar y disponer de más tiempo para enseñar a nuestros hijos a ser partícipes en las tareas, fomentando así que sean independientes en su futuro.
¿Qué tarea aprendemos hoy?