Psicología

Los grupos de WhatsApp del colegio

Los grupos de WhatsApp del colegio es un tema que genera interés cada curso escolar. Y es que muchas clases escolares tienen un grupo de WhatsApp de padres y madres donde se intercambia mucha información.

 

Voy a comenzar con un ejemplo…

¿Qué deberes hay hoy? ¿Cuándo tienes examen? ¿Es mañana la entrega del trabajo?

– Ehhh… No lo sé, mamá.

– Bueno, escribiré al grupo de la clase y a ver qué me dicen sobre las tareas que tenemos para hacer esta tarde.

¿Os suena esta conversación? Quizá como madre o padre has tenido esta conversación con tu peque, o bien haberla escuchado en la puerta del colegio entre otras familias.

 

Los grupos de WhatsApp del colegio de madres y padres, se han convertido en algo normal y muy extendido en todos los centros escolares. Muchos grupos comienzan con la organización de un regalo para un niño o niña, pero poco a poco toman otro prisma. Y se convierten en el punto de intercambio de información sobre el colegio, profesores, tareas y como consecuencia, en la agenda de los hijos e hijas.

 

Por las tardes ese grupo de WhatsApp tiene muchos mensajes. Suena insistentemente preguntando diversas tareas, páginas y ejercicios, materiales que hay que llevar a clase, etc. Dudas y más dudas que surgen en las casas y que los menores en ocasiones no saben dar respuesta a sus madres y padres. Así buscan una vía para dar solución o simplemente para confirmar si es cierto lo que dice su peque.

 

¿A qué conducen estas acciones?

  • Falta de atención. Si se da importancia al grupo creado, buscando en él las soluciones a las tareas y actividades del colegio, ¿estamos ayudando? La respuesta es clara, no.

Los niños y niñas dejan de estar atentos en clase a la hora de anotar tareas, exámenes, materiales a llevar, etc. Para ellos llega la idea de: «para qué voy a apuntarlo si luego me los dice mamá o papá porque pregunta a mis compis».

  • Pérdida de responsabilidad. Si hacemos todo a las hijas e hijos dejarán de asumir su responsabilidad. Así que, recordad que… Lo que sucede en el aula, las tareas, fechas de exámenes y trabajos, es su responsabilidad, por lo tanto deben asumir esa función.

Los menores deben ir adquiriendo responsabilidades a lo largo de los años, poco a poco irán siendo progresivas según su edad y acordes a las actividades en las que intervienen. Una de estas es la académica. Por ello, hay que darles esa responsabilidad desde el principio, para que la asuman como propia y no como de sus padres y madres. Así que, si queremos que sean responsables en sus estudios, dejemos a un lado los grupos de WhatsApp del colegio para buscar las tareas de los hijos.

  • Disminución de la autonomía. Ya no hacen las cosas de manera autónoma, dependen de mamá y papá para resolver situaciones cotidianas de su día a día, que son acordes y están completamente adaptadas a su edad y necesidades.

Y os preguntaréis, ¿no se les puede ayudar? La respuesta es sí. Podemos ofrecer ayuda para resolver algún ejercicio, explicarles algo que no entienden o ayudarles a buscar información para realizar un trabajo. Pero no hacérselo. No podemos confundir ayudar con hacer, ni cruzar esa delgada línea.

  • Desconfianza. El menor puede llevar apuntadas las tareas, exámenes o trabajos en la agenda. Sin embargo, si mamá y papá preguntan, qué creéis que pueden pensar algunos menores. Pues sí, algunas de sus ideas serían las siguientes: «soy despistado», «no se fían de mí», «no me valoran ni me ven capaz de hacer mis cosas».

Esta desconfianza puede desencadenar, por un lado, que el menor deje de prestar atención en anotar las cosas y evada sus responsabilidades, porque otras personas lo van a hacer. Por otro lado, que disminuya su autoestima al ver que las personas más importantes de su entorno desconfían de lo que lleva anotado.

 

¿Por qué se sigue siendo agenda de los hijos e hijas?

  • No querer que lleve tareas sin hacer. A los padres y madres no les gusta recibir una nota en la agenda que diga que su peque no ha hecho los deberes de alguna asignatura. Para muchos padres y madres, esto les hace sentir que no están atentos de lo que deben hacer sus pequeños.

Tienen pensamientos sobre qué pensará el profesor o la profesora. Generándose en ellos un sentimiento de «malos padres». Para evitar estas situaciones prefieren conocer qué hay que hacer cada día, buscando esa información entre otros progenitores.

  • Que dirán los compañeros a sus padres y madres. No nos gusta que opinen de nosotras y nosotros, y si esa opinión viene por aspectos relacionados con los estudios de los hijos, todo se complica. En ocasiones, preocupa más el qué dirán que el beneficio o perjuicio que hacemos en cada menor al tomar determinadas decisiones.

Si no lleva tareas por no haber estado atento, es una llamada de atención al menor. Es hacerle ver que no puede eludir sus responsabilidades y que eso tiene consecuencias. Si el compañero se lo dice a sus padres, no nos debe preocupar, estamos haciendo lo correcto, el menor debe ser autónomo y responsable de sus actos.

  • Tenerlo todo controlado. Hay padres y madres que necesitan tener todo bajo control. Saber exactamente qué hay que hacer, cuándo, para qué y por qué, llegando a buscar la confirmación en otras personas cuando no confían plenamente en los hijos.

Después de lo expuesto hasta aquí, parece que los grupos de WhatsApp del colegio no son un recurso apropiado, pero no es así. Hacer un uso adecuado del WhatsApp para intercambiar información sobre cumpleaños, quedada grupal o compartir materiales, es útil y necesario, ya que en ocasiones es difícil coincidir por los horarios. Sin embargo, usar los grupos de WhatsApp del colegio como agenda y medio para exponer las tareas, fotos de las páginas a estudiar, fechas o entrega de trabajos o materiales, no ayuda.

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