Psicología

un proyecto, una ilusión

Primera entrada de este año 2017 en el blog, y por qué no decirlo, la entrada más personal que hasta ahora he escrito.

 

Hace justo tres años, en enero del 2014 comencé un proyecto nuevo, un paso más en mi desarrollo profesional y en mis aspiraciones de crecimiento. En ese mes de enero del 2014 abrí las puertas de mi centro psicopedagógico, un centro en el que desarrollar diferentes talleres y atención individualizada para niños y adolescentes, así como a sus familias. Previamente, estaba desarrollando mi labor como psicóloga a domicilio, visitando a las familias y menores en sus hogares, impartiendo acciones formativas en diversos centros y colaborando con asociaciones.

 

Mi proyecto que comenzó a fraguarse tras el verano del 2013, en el coche camino de Alicante para ver a la familia junto con mi pareja, planteándole lo que en mi mente estaba tomando forma. En ese viaje surgían talleres, nombres, distribución del centro, localización, forma de darlo a conocer… Motivación e ilusión por todo lo alto.

 

Un nuevo proyecto, que como os podéis imaginar, cada día que pasaba tomaba más forma y que me animaba a buscar lo necesario, a contactar con las personas adecuadas, a moverme para alcanzar ese objetivo. Un proyecto que surgía con mucha ilusión, con muchas ganas, con mucha iniciativa y con mucho entusiasmo. Un proyecto que en mi cabeza cada vez tenía forma y que poco a poco se iba explicando a las personas más cercanas, que veían y confiaban la posibilidad de que pudiera funcionar.

 

Claro que funcionó y sigue funcionando (y espero que funcione durante muchos años más). Ya son tres años con las puertas abiertas, en las que se han vivido muchas situaciones y experiencias, por el que han pasado diferentes niñas y niños, adolescentes y familias, en el que cada día aprendo y disfruto de mi trabajo y de mis diferentes “compañeros”, que cada tarde se sientan en las mesas y sillas correspondientes.

 

¿Por qué os cuento todo esto?

 

Porque todos nos planteamos diferentes proyectos que desarrollar y llevar a cabo, unos más personales y otros más profesionales. En este inicio de año, muchos os planteáis nuevas iniciativas a desarrollar, así que yo solo os aconsejo una cosa:

Si lo quieres, lucha por ello, prepárate y esfuérzate.

Una nueva iniciativa no es fácil de sacar adelante (y sé de lo que hablo), no todo es un camino de rosas, hay piedras que esquivar, puentes que cruzar, y por desgracia muchos se quedan en el camino sin poder continuar. Lo importante es luchar, buscar soluciones y alternativas a lo que nos vayamos encontrando. Porque hay momentos fáciles y otros no tanto, que requieren tener paciencia, mente fría, aguantar y no tirar la toalla a la primera de cambio.

 

Durante estos años y cada día, he conocido y sigo conociendo a muchas personas, algunas de ellas me han ayudado y siguen ayudando, no solo ofreciendo consejos, también animando a plantear nuevas opciones. Y por suerte, he conocido a maravillosas personas con iniciativas y proyectos fabulosos, que son inspiración para seguir adelante,  y os aseguro que ellos también han encontrado y siguen encontrando piedras en su camino. Voy a compartir con vosotros algunos de esos proyectos, que son una fuente de motivación constante:

  • Me encanta un proyecto educativo que realiza Oscar Recio, llevar el rol a las aulas, donde trabaja los contenidos de manera muy diferente a como estamos acostumbrados a ver, de libro y clase magistral. Y como él dice en algunos de sus artículos y publicaciones en las redes sociales, no es fácil, no solo por cambiar la concepción que tienen los alumnos, también por los padres o por los propios compañeros docentes. Os aseguro que es un proyecto fabuloso y magnífico que merece la pena seguir.
  • Por otro lado está Ana Ordás, una persona que quiere hacer de las bibliotecas un lugar diferente donde la gamificación y el juego forma parte de este maravilloso lugar, llevando a cabo actividades que no nos imaginaríamos. Pero los libros tienen mucha vida, y Ana sabe dar vida a una estancia tan especial. Me puedo imaginar que poner en marcha este proyecto no fue tan sencillo para ella.
  • Eva Bailén, sí una madre que inició un proyecto, una campaña que lucha por la racionalización de los deberes. Una iniciativa a través de la cual ha conseguido que los deberes sean un tema de debate, no solo entre los padres y profesores, también entre las altas esferas que están implicadas en la educación, llevando el discurso a los grupos políticos.
  • También tenemos a cada una de las personas que realizan sus propios proyectos, proyectos personales, como puede ser dejar de fumar (que supone un esfuerzo e implicación importante para conseguirlo), hacer deporte regularmente (en el que la constancia es importante y controlar la mente y la pereza un eje fundamental), sacarse un nuevo título de inglés, dedicar más tiempo a la familia, etc. Proyectos tan importantes y respetables como los profesionales a los que acabo de hacer mención.

Un proyecto es una nueva ilusión, una motivación que nos empuja a luchar por algo, a esforzarnos para sacarlo adelante, a ser constantes y activos, a llamar a puertas y no esperar a que nos llamen, a movernos y buscar las mejores opciones. Porque si luchas por lo que quieres, porque si te implicas y confías en ello y en ti, tienes muchas posibilidades de seguir.

Recuerda siempre, un proyecto, una ilusión.

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Comentarios (2)

  1. Ana Ordás

    02 Ene 2017 - 5:37 pm

    Gracias por la mención y en mi caso seguiré apostando por el poder del juego para hacer que las personas conecten con el mundo de las bibliotecas. Muchas ya hacen cosas pero hace falta conceptualizarlo y darle valor. Un abrazo

    • María Jesús Campos Osa

      03 Ene 2017 - 8:59 am

      Gracias a ti Ana,
      Encantada de poder conocer el trabajo que haces, son fantásticas tus propuestas… Por supuesto, hay que apostar por el poder del juego en diferentes entornos, no solo en las bibliotecas como tú haces, en los colegios, empresas, formaciones, etc. Sigue adelante con tu proyecto y que este año tengas muchos éxitos con él.
      Un abrazo!

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