RETOMANDO EL CURSO
Pasadas las vacaciones de Navidad, días en familia y amigos, abrir regalos y tener sorpresas, estar relajados y desconectados, alejados de las aulas y de las rutinas del día a día, llega el momento para los estudiantes de volver a madrugar, coger la mochila con los libros y retomar el curso con el segundo trimestre.
No solo para los estudiantes se retoma el curso, para los padres también, ya que se vuelven a iniciar las rutinas, las actividades, horarios, etc.
En esta semana inicial es importante poner en marcha las decisiones tomadas, establecer horarios y crear, continuar o modificar el hábito de estudio. Como ya hablamos en un artículo anterior, en el que hacíamos mención al balance que se hace según las notas que obtienen los menores, es importante determinar sobre qué era necesario intervenir para modificar el rendimiento académico (buscar profesor de apoyo, ayuda de un psicólogo especialista para orientar en estudios, hablar con los profesores del centro escolar, etc) y a partir de esta primera semana del segundo trimestre comenzar con ello.
Ahora bien, retomamos el curso y para que las acciones y rutinas de los menores (también de las familias) ayuden en la mejora del rendimiento académico, hay que tener en cuenta una serie de aspectos.
- Horarios de sueño. Sí, comienzo con las horas de sueño, ya que en ocasiones no le damos la importancia real que tiene en las personas, y en este caso en los menores y en su rendimiento durante el día.
Hay que dormir y descansar, los estudiantes no se pueden ir a dormir tarde, evidentemente no es la misma hora a la que se van a la cama los niños de infantil, sobre las 9:00 o 9:30horas, en primaria podemos ampliar según avanzan las edades hasta las 10:30 como máximo, y en secundaria no es recomendable más allá de las 11:00. Recordemos que hay que madrugar y un mínimo de 9 horas los estudiantes deben descansar.
- Estimulación antes de ir a dormir. Ya que hablo de las horas de sueño, aprovecho para hacer hincapié en un tema que genera conflicto en muchos hogares en el momento de irse a la cama.
Es importante que los menores no se metan en la cama con el móvil o la tableta (cosa que hacen muchos de ellos, sobre todo los chicos de secundaria). ¿Por qué? Porque esto les dificulta la conciliación del sueño, les genera estímulos atractivos que hacen que la mente esté en pleno funcionamiento, cuando debe estar descansando. Es recomendable que se marchen antes a la cama y aprovechen para leer un ratito, así van descansando y relajándose, facilitando así el sueño.
- Alimentación. Hay que comer de todo y variado, no solo de pasta, arroz, filetes o patatas se puede alimentar un estudiante, no podemos olvidar la fruta, verdura, pescado y legumbres.
La alimentación es fundamental en el desarrollo de los niños y en la salud de las personas, pero en los estudiantes juega un papel fundamental, ya que tomar alimentos adecuados son una fuente de energía para sus actividades diarias, pero también para su rendimiento mental.
- Hábito de estudio. Por supuesto, ayudar a crear un buen hábito de estudio es básico para el rendimiento académico de los chicos y chicas.
¿Qué debemos tener en cuenta para crear un buen hábito?
- Establecer un horario de estudio. Según la hora de salida del colegio determinar en qué momento comenzar a hacer los deberes y estudiar, planificando tiempos para ello y siendo constantes cada día en su realización.
- Emplear estrategias de aprendizaje. Es importante generar un método activo de estudio, en el que trabajar el subrayado, hacer esquemas o resúmenes, sea la base para el aprendizaje de los temas.
- Controlar los distractores. Los estudiantes necesitan poco para distraerse y hoy día con la cantidad de elementos que tienen a su alrededor es más difícil mantener la atención en los libros. Por ello, es importante evitar ordenadores, tabletas, televisión y móviles dentro de su espacio de estudio, en caso de necesitarlo para buscar información o estudiar (como en muchos centros que trabajan con tabletas) es importante trabajar con los menores la concienciación sobre el uso del dispositivo para cada momento.
- Racionalización de actividades extraescolares. Hay que tener cuidado en la sobrecarga de actividades de los niños. Esto influye en la creación de un hábito de estudio, ya que si nos pasamos las tardes saltando de un lugar a otro y en horas diferentes para llegar a diferentes actividades los alumnos estarán más cansados, pero no solo eso les resultará muy complicado ser constantes en la consecución de una rutina.
- Disponer de tiempo libre. Esta suele ser una de las quejas de muchos padres e hijos, no hay tiempo libre, sin embargo si nos planificamos bien, si respetamos actividades extraescolares y le damos el valor al tiempo libre que realmente tiene, habrá siempre un hueco para él.
Pues bien, si queréis que vuestros hijos adquieran un buen hábito de estudio desde el inicio del trimestre es importante tener en cuenta estos aspectos, pero no solo eso, la constancia es fundamental y recordar que de un día a otro no cambia todo. Trabajar en equipo y mostrar apoyo y confianza es fundamental.
¿Preparados para comenzar el segundo trimestre?