JORNADA DE JUEGO, GAMIFICACIÓN Y APRENDIZAJE (JGA)
Jornadas de Juego, Gamificación y Aprendizaje a la que asistí con mi querida amiga Ainhoa Román. Las dos con ganas de aprender y descubrir nuevos proyectos. Por supuesto, desvirtualizar a compañeros y grandes profesionales de la educación, del aprendizaje basado en juegos y de la gamificación.
Previamente habíamos estado decidiendo a qué ponencias asistir, todas muy interesantes. Sin embargo, había que seleccionar en función de los intereses y las motivaciones… La selección fue difícil, había muchas ganas de ver a Óscar Recio, La isla del tiempo, Gema Olivares y Raquel Pedrouso con su educación emocional en el aula, Manu Sánchez, Javier Espinosa, ver las actividades del patio… Uff, muchas dudas sobre qué ver. Finalmente elegimos, aunque también pendientes y expectantes de lo que el sábado nos encontraríamos allí.
Y allí llegamos, sábado frío y una cola de personas con muchas ganas de aprender y disfrutar, a la que se seguían sumando más y más. Cuando entramos nos pusieron nuestro sello de bienvenida. Llegamos a las listas para apuntarse a las ponencias, con, mas o menos, las ideas claras y, por suerte, con huecos en las que teníamos interés en apuntarnos.
Lo primero fue asistir a la charla de la apertura de las Jornadas. En ella, Javier Espinosa nos metió a todos en el papel para ir calentando motores (cuando uno vale y tiene esa soltura ante el público, se nota). Tras él, Oriol Comás con su presentación sobre los personajes más destacados de la historia del juego. Al final, entrega de dos lotes de juegos tras un pequeño juego en el que todos participamos contestando a unas cuestiones.
Ahora sí, llegó el momento de repartirnos por las aulas y comenzar con las ponencias. Nuestro primer destino “Antídotos para el aula: Educación emocional», con Gemma Olivares y Raquel Pedrouso.
He de decir que fue una presentación muy participativa para los asistentes, ya que estuvimos realizando varias actividades relacionadas con las emociones. Empleamos dos juegos de los que soy muy fan y que utilizo bastante en mis talleres y sesiones individuales, Story Cubes e Ikonikus.
Con tres dados de los Story Cubes (modelo Actions) hicimos una pequeña historia. Esta se la presentábamos a los compañeros siguiendo cada grupo un papel diferente (magos, niños, presentadores, cantantes). Un rato muy divertido y con unas risas aseguradas.
Con Ikonikus había sorpresas que descubrir. Bajo unos botecitos de colores había cuatro cartas diferentes, que representaban una emoción. Dos de ellas manifestaban la emoción en su situación más desadaptativa y dos en la gestión adecuada de la misma. Cada grupo teníamos dos botes de colores diferentes, que posteriormente compartíamos con los asistentes a la ponencia.
De todo lo que allí se habló y compartió, me quedo con una frase final, con la que estoy totalmente de acuerdo:
No solo deben trabajar y tener una gestión de emociones los alumnos, los docentes también. No se puede exigir a los pequeños, si como docentes no se da ejemplo. Y yo amplío, no solo los docentes, los padres y madres también debemos gestionar las emociones.
Tras ver a estas dos magníficas compañeras, la siguiente parada era un piso más abajo. Nos metía en un mundo diferente: «La isla del tiempo», con Pepe Pedraz, Yon Salgado y Jose Luis Zazo.
Lo que nos presentaron fue el prototipo del juego que están diseñando sobre la gestión del tiempo. Un juego con una estética maravillosa, con unos personajes de fábula creados con mucho gusto y con una dinámica muy participativa. Dinámica en la que mete a las personas en su desarrollo, tanto en el juego de mesa de roles ocultos como en el libro de aventuras que forma parte del libro.
Mientras escuchaba lo que contaban sobre la narrativa de la historia, el desarrollo del juego y cómo diferentes personajes contribuyen o no a una gestión adecuada del tiempo, me conducía a la posibilidad de emplear el juego. Y es que su planteamiento y dinámica para diversos proyectos con menores podría ser una buena elección. Por ejemplo, su aplicación en gestión del tiempo dentro de las aulas o grupos de talleres, a la hora de estudiar y planificarse…
Lo maravilloso de este taller fue poder ver las cartas de personajes, los manuales, el atrezo cuidado y presentado. Todo ello generaba mucha curiosidad por seguir este proyecto y ver sus posibilidades, así como poder echar una partida in situ.
Sin movernos de la sala, llegaba otro de los grandes referentes del aprendizaje basado en juegos con con su ponencia «Rol y tablero en las aulas», Óscar Recio. Gran docente y gran persona con la que tuve el placer de charlar.
Óscar nos presentó cómo trabaja en el aula, con juegos de mesa diversos, adaptaciones y creaciones propias de juegos de rol. Nos mostró cómo mete a sus alumnos en sus proyectos haciéndoles partícipes y el eje fundamental de los mismos. Y lo más importante, motivándoles por el aprendizaje, la curiosidad y el interés. No solo eso, nos permitió tocar, ver y conocer en papel esos materiales, algunos de ellos los propios proyectos escritos y completados por sus alumnos.
Para meternos más aún en el papel de roles ocultos, nos tenía una sorpresa. Cada uno éramos diferentes personajes divididos en tres categorías, en función de un sobre que recibimos al inicio del taller. Así que, atención dividida entre la maravillosa ponencia de Óscar y los compañeros con sus acciones.
Durante su presentación, Óscar nos dejó frases de gran calado, grandes ideas y maravillosas experiencias. Para finalizar compartió una frase que me encantó:
El aprendizaje es un huevo de chocolate, que según lo vas comiendo, genera ilusión por saber qué sorpresa vas a descubrir.
Estas fueron las ponencias que escuché, me hubiera encantado asistir a las presentaciones de Manu Sánchez, Ignacio Maté, Javier Espinosa, Escuela Ideo o Juan Morata entre otros. Sin embargo, también quería aprovechar tiempo para charlar con otros compañeros y desvirtualizarlos. Ver y descubrir el amplio abanico de juegos que llevaron diferentes editoriales, repartidas por el edificio. Era una mañana en la que había muchas posibilidades y en la que quería disfrutar un poquito de todas ellas.
Una gran jornada, con una buena organización y gente muy implicada, realizando un gran trabajo para que todo saliera bien. Sin embargo, eché en falta algunas cosillas, que espero que ayude de cara a futuras jornadas, porque este proyecto tiene largo recorrido y se repetirá más veces, estoy convencida. Entre ellas:
- Haber disfrutado de una jornada completa de mañana y tarde. Había muchas ponencias, muchos profesionales fantásticos presentando sus proyectos y coincidiendo en horas. Lo que nos limitaba para decidirnos por unas u otras. No solo eso, la sensación era de quedarse cortas de tiempo, sobre todo las de 30 minutos, había ganas de más.
- Me hubiera encantado contar con sesiones exclusivas de juego, en las que conocer juegos concretos, intercambiar sus aplicaciones con compañeros, ver posibilidades de dinámicas, etc.
- Mesas redondas donde poder compartir e intercambiar experiencias entre los diferentes profesionales.
A pesar de estos “peros”, que son míos y según mi experiencia del sábado, he de confesar que pasé una mañana fantástica, en la que cogí buenas ideas para desarrollar en mi trabajo, conocí gente maravillosa y en la que disfruté muchísimo.
Enhorabuena a los organizadores por planificar, diseñar y llevar a cabo un evento de estas características, en el que la cercanía y aprendizaje dinámico era su eje.
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