Psicología

ADAPTARSE A LAS NECESIDADES

Adaptarse a las necesidades concretas de cada menor y familia, es el punto de partida en múltiples situaciones. Estamos en una etapa de adaptación, de cambios, de nuevas experiencias y de toma de decisiones.

 

Ante esta situación y muchas otras (que vivimos en el día a día), nos encontramos con una gran cantidad de contenido compartido a través de artículos, manuales, podcast, etc. Contenido en el que se comparten recomendaciones generales y aspectos comunes. Yo la primera que en este blog trato de ofreceros recomendaciones, consejos y pautas a seguir en qué situaciones y sobre diferentes temas.

 

Pero todo lo que vemos es a nivel general, sin embargo cada familia tiene que buscar la forma en que puede adaptar a sus necesidades esos planteamientos.

 

Y esto es un aspecto fundamental por diversos motivos. Porque cada familia tiene sus características, sus dinámicas relacionales, y no olvidemos que cada persona es única. De ahí la importancia de adaptarse a las necesidades.

 

Ante la situación actual, nos encontramos con múltiples recursos, propuestas e ideas muy diversas. Muchas de ellas no encajan en familias porque no son de sus gustos, intereses o necesidades. Y NO PASA NADA. Si nunca hemos hecho manualidades, no tenemos porqué decorar ahora la casa con ellas; si no nos gusta la repostería no hay que hacer las mejores magdalenas del mundo, etc. 

 

Así que… CALMA, PACIENCIA Y SENTIDO COMÚN.

 

No todas las familias funcionan igual, ni tienen las mismas necesidades. Lo mismo que sucede con los menores, cada uno tiene sus demandas, aspecto a tener en cuenta para facilitar la situación. Por ello, es muy importante que nos planteemos una serie de cuestiones para ver de dónde partimos, y a partir de ahí tomar decisiones.

  • ¿En qué situación estamos en el hogar?
  • ¿Cómo nos encontramos emocional y anímicamente?
  • ¿Qué responsabilidades y tareas tenemos cada uno en nuestras parcelas (laboral y académica)?
  • ¿Cómo se reparten las tareas del hogar?
  • ¿Qué necesidades específicas tenemos cada uno?
  • ¿Con qué ayudas o apoyos contamos?
  • ¿Disponemos de tiempo para cada uno de nosotros?
  • ¿Cómo aprovechamos el tiempo libre?
  • ¿Qué actividades nos gusta realizar?

Como estas, podríamos plantear muchas más, con el objetivo de indagar, conocer y analizar la situación en la que nos encontramos cada uno y la familia.

 

Y por qué planteo todo esto… Porque comenzamos una nueva etapa, arrancamos con el tercer trimestre escolar. Nueva etapa académica, llena de dudas, de incertidumbres, de desconocimiento… Y esto genera cierto malestar por esa falta de control y porque va a requerir una adaptación diaria según se vayan presentando momentos y situaciones.

 

Ante esta nueva etapa, nos encontramos y encontraremos con muchas propuestas y con recomendaciones generales, que surgirán desde diferentes áreas y profesionales. Pero…

 

Recordad que siempre debéis llevar esos planteamientos a vuestra realidad.

 

Y esta última idea es fundamental por varios motivos, que repercuten a nivel individual y familiar:

  • Tendréis seguridad sobre lo que estáis haciendo.
  • Os sentiréis bien porque abarcáis aquello que necesitáis.
  • Evitáis comparaciones con modelos ideales.
  • Seréis capaces de regular y de ir adaptando las situaciones a las nuevas demandas.

Y es que sentirse bien y estar en una situación de control sobre lo que tenemos que hacer ayuda, y mucho. De acuerdo a lo que os he ido planteando, he de decir que yo siempre os animo a que …

 

Esa información obtenida la analicéis en cómo se puede llevar a vuestras necesidades, a vuestra situación particular y a vuestros intereses.

 

Os voy a poner un ejemplo, y es el de las rutinas. Evidentemente, los horarios, jornadas laborales, teletrabajo y tareas académicas enviadas, determinarán cómo establecer y organizar esas rutinas de estudio, por ejemplo. No solo eso, en función de las dificultades del menor a nivel académico, exigirá más ayuda por parte del padre y la madre, lo que implicará que ante una jornada estricta de teletrabajo habrá que cuadrar para atender a esas necesidades específicas del menor.

 

Y es que a la hora de establecer una rutina, aspecto fundamental en el día a día, se deben tener en cuenta muchos aspectos. Entre ellos los horarios, las características del menor, la dinámica familiar, las exigencias encontradas, etc. Y a partir de ellos, ver cómo se encaja en cada hogar. Y esto es adaptarse a las necesidades personales.

 

Pero no quiero despedir este artículo sin hacer mención a un término que es fundamental. Término que también transmite calma y cierta tranquilidad a muchas familias. Es el de… FLEXIBILIDAD.

 

No pasa absolutamente nada si un día se cambia una rutina, si un día no hacemos ejercicio aeróbico porque os apetece más haceros cosquillas y no ver un vídeo en Youtube, no pasa nada si un día se altera el horario de tareas…. No os agobiéis si hay que parar un día, si hay que modificar alguna rutina a lo largo del tiempo, si hay que flexibilizar lo planteado…

 

Lo importante es ser consciente de ese cambio, ver qué es lo que se necesita y qué es lo mejor en ese momento o día.

 

Pensemos que un orden ayuda, pero ser estrictos y cerrados a la flexibilidad puede generar tensión y malestar por forzar situaciones o no llegar a lo planteado. Así que…

 

Recordad… CALMA, PACIENCIA, ADAPTACIÓN A NUESTRAS NECESIDADES Y FLEXIBILIDAD  

 

Un último apunte para terminar. Si os veis desbordados, si no sabéis cómo adaptarse a las necesidades y afrontar determinadas situaciones, buscad ayuda profesional. Tened en cuenta que pautas personalizadas y orientaciones a demandas específicas son de gran ayuda, favoreciendo el bienestar personal y familiar.

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