AUTONOMÍA Y DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
La pasada semana compartí este artículo sobre autonomía en los menores. Mi compañera de profesión, Ruth Cerdán, planteó un debate sobre el desarrollo de la autonomía en menores con dificultades de aprendizaje.
Os puedo asegurar que me pareció un debate muy interesante. Mi artículo estaba desarrollado a nivel más general, pero es cierto a que esa parcelita también hay que dedicarle su espacio. Y más cuando es uno de mis ámbitos de trabajo.
Así que, gracias Ruth por plantear ese debate, que ha desencadenado en este artículo. Si queréis leer cómo fueron las opiniones en el tuit, os dejo el enlace:
Yo quiero abrir un debate o quiero que me deis vuestra opinión. ¿Qué pensáis sobre la autonomía de los menores con dificultades de aprendizaje? Me encuentro con peques con unas dificultades tremendas y se les pide autonomía ¿se les puede pedir el mismo grado de autonomía?
— Ruth Cerdán (Aprender paso a paso) (@AprenderPasoA) October 7, 2019
A lo largo de ese hilo, hubo un comentario significativo en torno a la «contradicción» mostrada cuando se dice:
«Tiene que ser autónomo, pero tenéis que ayudarle mucho».
Y analizándolo, así es. Si se quiere que sean autónomos e independientes en sus tareas académicas, cómo se les va a ayudar mucho. No tiene mucho sentido si se analiza bien.
Sin embargo, creo que es importante desgranar cada cosa para poder entenderlo.
Se tiene que favorecer esa autonomía en los menores que presentan dificultades de aprendizaje. Sin embargo, hay que ofrecer y valorar aquella ayuda que necesiten.
Todo esto se consigue buscando un equilibrio entre aquello que pueden desarrollar y lo que necesitan. Equilibrio entre necesidades y destrezas adquiridas. Equilibrio entre lo que puedo y necesito. Equilibrio entre su nivel y exigencias.
No se puede buscar la autonomía de un menor de la noche a la mañana. Es un proceso, día a día, en el que se irán aumentando exigencias según se avanza. Y lo mismo con menores con necesidades.
Para trabajar la autonomía con menores que presentan dificultades de aprendizaje, os dejo unos consejos:
CONSEJO 1: Conoce el nivel de desarrollo, características y necesidades del menor.
Este es un aspecto fundamental a la hora de establecer una serie de pautas para orientar al menor en su autonomía. No es lo mismo un menor de 6 años que uno de 12, no es igual un menor que presenta una autoestima buena a uno que la tiene baja, etc.
Por ejemplo, si un menor tiene un nivel bajo de atención hay que plantear tiempos de realización de tarea o estudios bajos. Así, se puede comenzar con 10 minutos y poco a poco ir aumentando.
Pero, ojo, no solo con el menor, también es importante orientar a la familia. Las familias necesitan también sus pautas y recursos para guiar y orientar a los pequeños.
CONSEJO 2: Establece un horario acorde a las necesidades.
Lo digo muchas veces y en múltiples contextos. Los horarios de estudio deben ser realistas, acordes a las necesidades y respetando ritmos de desarrollo y aprendizaje.
Por ejemplo, un menor no puede comenzar a realizar sus tareas o tiempo de estudio a las ocho de la tarde. A esas horas sus niveles de atención y su rendimiento son bajos, por diversos motivos (cansancio, irritabilidad, etc)
Aquí es importante evitar la sobrecarga de tareas, respetando así los tiempos que necesitan. Ante menores que presentan dificultades de aprendizaje es importante valorar las extraescolares, en volumen y temática.
CONSEJO 3: Ve de menos a más
Es aconsejable empezar dando autonomía en tareas que se conozca que van a hacer bien.
Por ejemplo, si la parte de cálculo la realiza sin dificultades, vamos a darle unos minutos de trabajo independiente. Minutos en lo que se gestione solo y vea que lo puede hacer. Aunque sean 10 minutos, es maravilloso.
Hablar de autonomía no es ser independiente en todo de repente. Es buscar aquello que pueden hacer y, poco a poco, según avanzan, aumentar exigencias. Con respecto a esto, controlar los tiempos, los minutos que se establezcan deben ser realistas, e igualmente ir de menos a más.
A veces las familias piensan que 10 minutos es muy poco, pero es lo que se necesita. De esta manera trabajamos autocontrol, atención, autoestima y autonomía.
De ahí la importancia de conocer las necesidades de los menores, para orientar en las pautas más adecuadas.
CONSEJO 4: Refuerza los avances
Por pequeños que sean, por insignificantes que parezcan. Para ellos es un paso de gigantes.
Volvemos a los 10 minutos del ejemplo. Si lo hace, felicítale, es un logro, un objetivo cumplido.
Y lo mejor de ese refuerzo, de esa alegría, de esa palmadita en la espalda (que a todos nos gusta), es la ayuda en la autoestima.
CONSEJO 5: Busca el apoyo necesario
Las madres y padres tratamos de ofrecer el apoyo a nuestros hijos, ayudarles cuando no entienden algo, explicárselo, etc. Sin embargo, hay ocasiones en las que se necesita un apoyo más específico, o bien unas pautas para saber actuar.
Hay momentos en los que los menores necesitan ayuda en materias específicas, buscando así un profesor de apoyo. En este caso, es muy importante contar con una persona que tenga conocimiento de la materia, pero también que conozca sobre la dificultad del menor.
Ayudar a menores que presentan dificultades de aprendizaje no es sencillo. Exige una capacidad de adaptación continúa, de buscar recursos y herramientas para facilitar la transmisión y asimilación de contenidos.
Por otro lado, hay padres y madres que pueden ayudar sin problema en cuanto a contenidos. No obstante, requieren de ayuda profesional que les aporte pautas y recursos para poder guiar y ayudar al menor de la mejor manera.
Con respecto a esto último, los profesionales que trabajamos con menores con dificultades de aprendizaje tenemos esa función. Orientar a los padres y madres con pautas, cómo pueden actuar cada día con el menor, qué recursos son los que mejor le van a ayudar, cómo presentar los materiales, etc.
Por ejemplo, con menores que son muy visuales, orientar a las familias en que desarrollen el contenido más visual (dibujos, mapas), emplear fotos o vídeos, será de gran ayuda. Con menores con dificultad de atención, orientar en la gestión de tiempos y control de distractores, así como el estudio en voz alta.
Es fundamental esa parte de intercambio de información con los progenitores para orientar en cómo actuar.
CONSEJO 6: Busca el equilibrio
A la hora de fomentar la autonomía hay que buscar un equilibrio entre lo que pueden hacer y la ayuda que necesitan.
Como ya he indicado, es clave saber qué pueden desarrollar de manera autónoma (aunque sea muy simple), para darles ese espacio y tiempo (por muy breve que sea).
Porque el objetivo será ir de menos a más. Trabajarán solos, se trabajará con ellos y se buscará tiempo en el que se elaborará material conjuntamente, para que así vayan adquiriendo nuevas herramientas.
Por ejemplo, si se desea que se aprendan vocabulario en inglés. Se podrán elaborar fichas en inglés y castellano, que tengan que unir como un juego o emparejar como un «memory».
Como conclusión…
Recordad que es importante ir de menos a más, aumentar en exigencia según alcancen objetivos. Exigir según sus posibilidades, así evitaremos la frustración y potenciaremos su autoestima.
Dácil Isabel Muñoz Porta
Buenísimo el post, pero me surge una duda. Cuando ves que no hay avance, que haces? Me explico, empezamos con poco, pero al intentar ir aumentando el niño no responde positivamente. Vuelvo al principio, pero no podemos eternizarnos. Mi problema es más bien de atención, psicomotricidad y coordinación. En cristiano, que no tiene cuidado, va arrasando y algunas acciones cotidianas como cerrar la boca al comer o no poner los codos sobre la mesa no las acaba de pillar. Por mucho que intento corregirle con paciencia no hay manera.. Muchas gracias!!!
María Jesús Campos Osa
Buenas Dácil!!
Gracias por el comentario!
Cuando no hay avance hay que valorar por qué no lo hay, qué puede estar fallando, en qué aspectos, para así replantear la situación, las pautas y el planteamiento. Con respecto al tema que planteas de la mesa, por ejemplo puedes establecer las pautas al inicio de la comida, a modo de recordatorio. Porque si lo hace mientras come ya está en ello y como adulto se puede decir de manera más atacante.
Espero haberte ayudado, igualmente poder establecer pautas visuales sobre algunos comportamientos ayuda, para tener el mensaje de manera directa, además de convertirse en un apoyo.
Un saludo!