CÓMO ESTRUCTURAR TAREAS ACADÉMICAS
Cómo estructurar tareas académicas es una de las preguntas que me hacen estudiantes. Estudiantes de diferentes cursos académicos que se encuentran con tareas diversas y periodos de tiempo muy dispares.
Y es que hay estudiantes que lo dejan todo para el final, para el último momento. Y, evidentemente, esto genera agobio, nervios, malestar e irritabilidad ante la presión. Emociones, no solo manifestadas en la persona estudiante, también en la familia. Como suele pasar, ante esta situación es cuando piensan, «si lo hubiera organizado y estructurado en días no estaría con tanto agobio».
Con el fin de ayudar a las personas estudiantes y a controlar mejor esas situaciones, voy a ofrecer una serie de estrategias sobre cómo estructurar tareas académicas para que «no nos coma el tiempo».
Qué cuestiones se deben tener en cuenta a la hora de estructuras las tareas académicas. Pues bien, a continuación van algunas ideas…
- Es un trabajo puntual o un trabajo trimestral.
- Cuál es su extensión (a veces hay límite mínimo y máximo de páginas).
- Cuánto tiempo tenemos desde que lo piden y nos dan la información hasta que lo entregamos.
- El trabajo o actividad es individual o grupal.
- Cómo se me da la asignatura o el tema. ¿Me gusta? ¿me motiva?, ¿es tema de libre elección o delimitado?
- Hay exámenes y otros trabajos para entregar entre las fechas indicadas.
- Se tiene organizado el tiempo de estudio, ocio o extraescolares para poder introducir tiempo en este tipo de tareas.
Todo esto va a determinar cómo estructuremos las tareas académicas. Sin embargo, es importante que nos sentemos a planificar la estructura desde que se sabe de ello. Y aquí ayuda mucho tener un hábito de estudio, ya que hay continuidad en la realización de las tareas y se cuenta con este tipo de actividades. Actividades que no forman parte del día a día o de la rutina.
Teniendo todo estos puntos en cuenta, vamos a tratar de orientar en cómo estructurar tareas académicas…
- QUÉ TIPO DE TRABAJO HAY QUE HACER
No es lo mismo un trabajo para desarrollar contenidos, que un trabajo hecho de manualidades. Es decir, no es igual hacer un trabajo explicativo y redactado del sistema solar, que hacer una maqueta del sistema solar. Lo mismo sucede si piden una explicación del tema a través de un vídeo explicativo en el que te tengas que grabar, que redactarlo en ordenador…
Y es que el tipo de trabajo va a influir en los tiempos asignados y su distribución, así como en el tratamiento de los contenidos. Por ello, este punto es el de partida y marcará los siguientes.
- DELIMITAR EL TIEMPO
Fundamental sentarse y contar días o semanas de los que se dispone para su desarrollo. Sé que a veces se ve muy lejana la fecha de entrega, pero más vale prevenir e ir adelantando, que luego se junten muchas actividades, y comience el agobio.
En este caso, recomiendo coger un calendario y marcar fechas límites de finalización de partes del trabajo. Por supuesto, deja días para revisión del trabajo, es decir que la fecha tope no sea el día previo a su entrega.
- ESTRUCTURAR LOS CONTENIDOS
Este punto es importante, ¿verdad? Como se verá, es uno de los puntos a tener en cuenta junto con el tiempo. Por ello, ver la extensión del trabajo, guion ofrecido en clase, así como la búsqueda de información que se va tener que llevar a cabo, es clave.
Si marcamos fechas de tiempo junto con búsqueda de información, otra para el borrador o esquema del contenido, desarrollo de partes, etc. Y es que, a la hora de estructurar los contenidos, debemos tener en cuenta lo siguientes pasos.
- Hay que buscar información (primera fase).
- Dividir los contenidos en puntos del trabajo o epígrafes. Esto, en muchas ocasiones, se vincula con el guion dado en la clase.
- Distribuir la información buscada en los epígrafes, valorar lo que se repite, se vincula o relaciona. Así podremos establecer conexiones dentro del trabajo.
- Búsqueda de imágenes acordes a cada parte. Estas imágenes pueden ayudar a explicar el contenido.
Así que, como se puede ver, es aconsejable tener un esquema de los puntos a trabajar, para así ir encajando la información buscada y desarrollada.
- LLEVAR A CABO REVISIONES
Revisar lo que se está haciendo es importante para saber que se cumple con el objetivo. Dejar esto para el final y el último momento no es lo adecuado. Por ello, según se vaya avanzando se aconseja ir leyendo y corrigiendo faltas, incoherencias en el relato… De esta manera, ir de poco en poco es más manejable durante la revisión.
- TENER CLARO SI SE NECESITA AYUDA
A veces somos un poco «cabezotas» y queremos hacer las cosas de manera independiente, y no está mal. Pero, hay ocasiones en las que se puede necesitar ayuda (y no pasa nada, pero sabiendo qué se necesita). Y es que nos podemos encontrar que no se sepa manejar un programa de ordenador, las manualidades y hacer maquetas (y añado uso de herramientas) no sean nuestro fuerte, usar cámaras o programas de vídeo específicos, etc.
Si vas a necesitar ayuda en algún momento, no lo dejes para el final. Y es que, este es uno de los problemas y conflictos que se desencadenan en los hogares… «Necesito tu ayuda para…», justo la tarde previa a la entrega.
Así que, si se plantean las actividades con tiempo y se valora cómo estructurar tareas académicas siguiendo estos puntos sencillos, evitaremos problemas. Y no solo problemas de tiempo o de calidad, problemas en el hogar y conflictos…
Como estudiantes hay que tener en cuenta muchos aspectos, desde saber coger un hábito de estudio, cómo planificarse, buscar estrategias de aprendizaje diversas y que mejor encajen en asignaturas y perfil de estudiante, etc. Pero tener todas las ideas claras desde el inicio del curso, ayudará a que durante el mismo todo sea más llevadero. Y sobre todo, ante imprevistos se tengan recursos para gestionarlos.
Si tu estudiante necesita orientación o acompañamiento para mejorar su rendimiento académico, planificación o aprendizaje, puedes solicitar una asesoría personalizada.