En estos últimos días estamos recibiendo noticias y opiniones en los medios de comunicación y a través de las redes sociales de la famosa huelga de deberes, que se está llevando a cabo los fines de semana de este mes de noviembre.

Entre todo lo que se puede leer y escuchar encontramos opiniones muy dispares sobre el tema, pero, por supuesto, todas muy respetables. Por ejemplo, por un lado tenemos la carta de una madre que se ha hecho viral y que ha sido leída por miles de personas, en la que se muestra contraria a la huelga, dejando claro sus motivos.  Por otro lado tenemos las cifras y opiniones de aquellos que están secundando la huelga durante los fines de semana y las razones de su decisión.

Pues bien, yo me voy a mojar en este tema, algunos estaréis de acuerdo y otros no, pero como he dicho en otros artículos de este blog, lo importante es respetar las opiniones y dialogar para poder plantear posturas y acuerdos (cosa que no está sucediendo en las altas “esferas” de la educación). Ya en su día, escribí un artículo sobre los deberes y en él planteaba lo que para mí serían unas actividades diarias adecuadas para los estudiantes, pero ahora voy a plantear qué opino de la huelga.

Es cierto que hay debate sobre los deberes desde hace tiempo y creo que lo seguirá habiendo. Nos encontramos con menores que llevan un número excesivo de tareas cada tarde para el hogar, a lo que se suman los estudios para controles y exámenes, que los padres se encuentran con dificultades para conciliar tiempo con sus hijos, y así podríamos enumerar un largo etcétera.

Pero, volviendo a la huelga de deberes, yo respeto la decisión tomada por las asociaciones de padres, así como a todas las familias que la están secundando, pero considero que esta no es la solución a un problema que va a seguir sucediendo. Por ello defiendo un «No a la huelga, sí a la racionalización de deberes».

¿Qué creo sobre este tema?

• Creo que hay que llevar a cabo una gran huelga en las que se defienda un sistema educativo óptimo y adecuado a las necesidades de nuestro país.
• Creo que hay que defender una calidad en la enseñanza de nuestros hijos.
• Creo que hay que plantear nuevas metodologías adaptadas a las demandas actuales de los estudiantes y a lo que se van a encontrar en un futuro.
• Creo que hay que implantar el uso de nuevas tecnologías y de unos recursos óptimos y adecuados en las aulas.
• Creo que todos los menores tienen que tener derecho a una educación adaptada según sus necesidades.
• Creo que se debe mejorar la formación del profesorado desde las Facultades de Magisterio, con unos estudios adecuados a lo que actualmente se encontrarán en las aulas y a las diferentes características de los aprendices.
• Creo que debemos pasar de un aprendizaje memorístico, de copia y pega, a un aprendizaje comprensivo, a un aprendizaje de explicar y razonar.
• Creo que las aulas deben ser un lugar donde aprender y divertirse.
• Creo que debemos respetar las nuevas metodologías que emplean muchos profesores y que se alejan de una enseñanza pasiva.
• Creo que debemos respetar a los docentes y la labor que realizan.
• Creo que debemos plantear actividades que nos lleven a la creatividad y a la imaginación.
• Creo que debemos considerar el diálogo como nexo de unión entre padres, profesores y equipo directivo, para hacerles llegar propuestas, las posiciones de cada uno y para una sola cosa más buscar el bienestar y el aprendizaje de nuestros hijos en su centro educativo.

No  creo que la huelga de deberes sea la solución a una de las muchas quejas que hay dentro del sistema educativo, creo que hay que buscar el diálogo y el consenso, creo que hay que respetar a los docentes y no dejarles ahora como los “culpables” de una situación que a ellos también les toca sufrir.

Pensemos en sentarnos con los profes del colegio, en plantear opciones conjuntas con respecto a las tareas que se mandan o no a los estudiantes, y qué es lo que se buscan con ellas. Porque solo nos debe interesar una cosa:

El aprendizaje, motivación y felicidad de los niños que en un futuro llevarán las riendas de este país.