LA ADAPTACIÓN EN INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA
La adaptación en intervención psicoeducativa es uno de los pilares que no debemos perder de vista las profesionales. La adaptación no es únicamente adaptar materiales/estructura previo a la sesión, sino adaptación «sobre la marcha», durante el desarrollo de la misma.
Qué quiero decir con adaptación durante las sesiones. Pues bien, las sesiones de intervención están diseñadas y planificadas previamente, teniendo en cuenta características de cada menor, objetivos, progreso, etc. Sin embargo, hay sesiones en las que hay que adaptar in situ, en ese mismo momento, por diversos motivos. Algunos de estos motivos pueden ser acontecimientos semanales, malestar de cada menor, demandas y exigencias académicas (exámenes, trabajos, exposiciones…).
Así que, teniendo esto en cuenta, hay que ser FLEXIBLES durante las propias sesiones. Adaptarse a las demandas y dejar que salga la CREATIVIDAD en el momento.
La flexibilidad debe ser un gran aliado de las profesionales que trabajamos en intervención. Y cuando se trabaja con menores de diferentes edades esta función ejecutiva coge mucha importancia. Porque no todo vale, no todos los casos son iguales, aunque nos encontremos ante una misma dificultad de aprendizaje o trastorno. Y esto implica esa flexibilidad y buscar las mejores estrategias y recursos para la intervención.
Cada menor es diferente, los objetivos de su intervención también lo son y la forma de trabajar variará. Por ello, tener un abanico de estrategias y recursos disponibles, ya sea físico como mentalmente, ayudarán.
La adaptación en intervención psicoeducativa ayuda a fortalecer lazos con cada menor, mejorar el vínculo, trabajar la confianza y seguridad. Y por consiguiente, se conseguirán objetivos y mejorará el progreso.
Hay que pensar que llevar una idea predefinida y querer llevarla a cabo sin atender otros aspectos no es buena idea. Detectar la situación en la que se encuentra cada menor en la sesión, escuchar sus necesidades y, a partir de ahí, poner en marcha lo planificado, adaptarlo o cambiarlo.
En mis redes sociales comparto algunas imágenes de mis sesiones (lo cierto es que son pocas porque me centro tanto en mis menores y la sesión que el registrarlo pasa a otro plano) y en ellas explico algunas de esas adaptaciones que he tenido que llevar a cabo. Esto sucede en muchas ocasiones con juegos de mesa.
Por ejemplo, en una sesión iba a emplear el juego Time’s up, pero el niño tenía un examen de reglas de acentuación al día siguiente. Así que, aprovechamos la sesión para jugar al Time’s up y clasificar las palabras en agudas, llanas y esdrújulas según jugábamos. En este caso, trabajé objetivos de mi sesión adaptando el juego y su desarrollo a una demanda y necesidad del menor. Yo estoy satisfecha y él feliz porque había trabajado lo que necesitaba.
Así que, es clave leer el entorno, conocer las características de la persona que tenemos al lado, las necesidades que nos encontramos y adaptemos las intervenciones. Y es que la adaptación en intervención psicoeducativa va más allá de una planificación previa.
Confieso que las intervenciones psicoeducativas me encantan y me permiten desarrollar y diseñar múltiples materiales, actividades y dinámicas para cada menor. Y esto se realiza siempre teniendo en cuenta sus características, necesidades y nuestros objetivos de intervención.
Por último, recordad que en el blog tenéis más artículos sobre dificultades de aprendizaje, elaboración y adaptación de materiales o juegos de mesa (ABJ). Si tenéis dudas o queréis asesoramiento podéis contactar conmigo.