MAGIC RABBIT EN INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA
En este artículo voy a compartir el uso de Magic Rabbit en intervención psicoeducativa. En concreto, cómo lo empleo en mis intervenciones (que a mí me funcione no quiere decir que funcione a otros profesionales) y qué beneficios aporta su uso.
Magic Rabbit es un juego de mesa, cuyos autores son Julie Dutois, Romaric Galonnier, Ludovic Simonet y Celine Ziegler y editado por 2Tomatoes Games. Este juego de mesa es para mayores de 8 años, dura 2 minutos y medio y pueden jugar de 1 a 4 personas.
El objetivo de Magic Rabbit es emparejar los conejos con sus sombreros numerados del 1 al 9. Parece sencillo, pero no se puede hablar. Además del número, cada conejo y sombrero comparten un color, lo que también ayuda en la identificación. Si queréis conocer más sobre cómo se juega, os dejo este enlace.
Magic Rabbit es un juego rápido (dura dos minutos y medio), intenso y retador. Ya que cada partida se puede ir complicando por la posición de los conejos y sombreros, o de las nuevas dificultades que surgen. El juego tiene nueve sombreros y conejos, que son bloqueados por unas palomas, pero podemos adaptarlo en cuanto a dificultad.
Es decir, si jugamos con peques menores de 8 años o que pensamos que no están preparados para las 9 fichas, podemos comenzar con menos. Una vez comprendida la mecánica intensificar la dificultad con las fichas e incorporar las palomas. A medida que se superan retos y se tiene cogida la mecánica del juego se tienen sobres con nuevos componentes y retos. Esto nos permite aumentar la dificultad, pero también la motivación y el reto por seguir avanzando.
Os voy a contar el uso que estoy haciendo de Magic Rabbit con un peque en sus sesiones semanales. Comenzamos la primera vez con 5 conejos y sombreros, entendió la mecánica y aumentamos a nueve. De ahí pasamos a introducir las palomas y al final vamos abriendo sobres. Esto ha ido sucediendo en diferentes semanas. Cada semana la dificultad del juego aumenta porque ha ido superando retos en las sesiones previas. Esto es muy motivador para el peque y enriquecedor en su aprendizaje. Le encanta el juego y es su momento planificado en la sesión. Son 10 minutos de cada sesión invertidos en este juego, pero su preparación, revisar nuevo reto y jugar, aporta aprendizajes significativos.
Además de esta experiencia profesional, Magic Rabbit me encanta porque permite trabajar diferentes habilidades y capacidades en partidas muy rápidas.
Es un juego en el que no se puede hablar, la confianza entre las personas es clave a la hora de ir moviendo sombreros y pilas de sombrero-conejo, así como colocar las palomas. Además de esto, jugar contra el tiempo y por turnos, implica abordar aspectos diversos. Los tiempos de espera son complicados para peques porque en ocasiones quieren dar respuesta inmediata a lo que ven. Esto a su vez se relaciona son control inhibitorio. Es decir, hay que esperar para no mover lo que se tiene en mente. Por último, gestionar bien el tiempo revisando lo que le queda al reloj de arena.
No siempre se consigue lo que se quiere en el turno o en la partida. Recordemos que jugamos por turnos. De ahí que tomar decisiones rápidas sea importante. Además, la flexibilidad cognitiva es clave porque a veces un movimiento cambia las acciones programadas. Y evidentemente, la memoria de trabajo coge un gran peso al tener que estar constantemente recordando dónde están los conejos y cómo se los puede cambiar.
Como en la mayoría de los juegos, podemos ganar o perder. Aquí la tolerancia a la frustración estará presente al final de la partida o durante la misma. Es último sucede si no se consigue realizar el movimiento deseado o alguien hace un cambio que no ayuda. Hay peques que se pueden enfadar y podemos trabajarlo a través del juego.
Confieso que Magic Rabbit es un juego de mesa que me está permitiendo disfrutar de momentos muy divertidos y enriquecedores con mis peques en sesión. Además, el hecho de que haya sorpresas en los sobres y se tenga que mejorar en las partidas y «superar retos» para abrir nuevos sobres es muy motivador. Al final es un juego en el que se ve el progreso, el avance y eso es muy enriquecedor para peques que tienen dificultades de aprendizaje y ven obstáculos en algunas parcelas de su aprendizaje y rendimiento.
Si queréis conocer más juegos de mesa y adaptaciones que hago en mis sesiones de intervención, tenéis más artículos en el blog.
Por último, recordad que este artículo recoge parte de mis experiencias profesionales y cómo me permite el uso y adaptación del juego a las necesidades de mis peques. No todo vale. Por ello, es importante que valoréis, analicéis y planifiquéis bien el uso de los juegos en intervención.