Recomiendo leer «La niña amarilla, Relatos suicidas desde el amor», escrito por María de Quesada. Además del libro, se cuenta con una asociación, Asociación para la prevención del suicidio La niña amarilla. Os recomiendo visitar su web y conocer la labor que hacen, que es maravillosa.

«La niña amarilla» es un libro en el que se habla desde el respeto y la experiencia del suicidio. En él se encuentran una serie de relatos de personas que han vivido de cerca el suicidio. Experiencias propias y de familiares, y cómo repercutieron en su salud mental.

Este libro es «duro» emocionalmente, el impacto de sus historias y las vivencias de las personas te hacen nudo en la garganta. Lo avisa la autora al inicio, «si estás pasando por un momento delicado, quizá no sea el momento de leer este libro».

Personalmente, todas las historias me han impactado. Cada una de ellas parte de situaciones y experiencias muy diferentes, así como de entornos distintos. Sin embargo, hay un punto común, que según leía, veía en todas ellas, la expresión y gestión emocional. En concreto, la ausencia de estas por diversos motivos (culpa, vergüenza, miedo, etc). Guardar en la mochila experiencias, pensamientos, emociones, malestar, y en un momento no ver más allá, estar cansada, querer desaparecer y dejar de sufrir.

Pero el libro y sus protagonistas comparten la otra cara también, cómo han evolucionado, cambiado y mejorado. Cómo recibir ayuda, contar con herramientas y una red de apoyo les ha permitido ver más allá y valorar la vida.

Hablar del suicidio es hablar de un tema delicado, y para muchas personas un tema tabú. Actualmente está bastante presente en la sociedad. Se están llevando a cabo planes y políticas de prevención del suicidio, algunas centradas exclusivamente en menores y adolescentes. Y es que las noticias y los datos al respecto son muy preocupantes. Por ello, contar con libros y acceder a historias de personas que han pasado por una situación como esta, puede ayudar a muchas otras. Ayudarlas a identificar esos pequeños detalles, esa importancia de identificar y expresar emociones. Ayudarlas y guiarlas en buscar ayuda en su entorno cercano y profesional.

Como os he dicho, es un libro con una gran carga emocional, duro y delicado. Pero está escrito desde el respeto y con mucho cuidado en el tratamiento del tema. Por ello, os recomiendo leer «La niña amarilla», incluso os aconsejo emplearlo como recurso con adolescentes para trabajar la prevención del suicido.

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