Técnicas de estudio

RETOMAR EL HÁBITO DE ESTUDIO

Retomar el hábito de estudio es una de las rutinas que implica la vuelta al cole. Desde mi experiencia profesional como psicóloga educativa, trabajando con menores y familias, considero que arrancar el curso con una buena rutina de estudio es clave. Esto es clave para el aprendizaje, rendimiento académico y desarrollo personal de cada menor.

 

Y es que, volver a las rutinas de estudio tras el verano es complicado. Esto es comprensible debido a vacaciones, cambio de ritmos, ausencia de exigencia académica, flexibilidad, etc. Evidentemente, por estos motivos y algunos más, hay estudiantes a los que les resulta difícil volver a coger el ritmo.

 

Pero, antes de continuar, qué es el hábito de estudio...

 

El hábito de estudio son aquellas conductas, acciones y pasos que los estudiantes llevan a cabo para desarrollar su desempeño académico.

 

A continuación se presentan una serie de pautas para favorecer y retomar el hábito de estudio.

  • HORARIO ADAPTADO A LAS NECESIDADES

Cada menor y cada familia es única, así como sus necesidades, horarios, etc. Teniendo esto en cuenta, es importante establecer un horario diario de trabajo escolar (deberes, lecturas, repaso, etc).

 

Un horario realista y adaptado a las necesidades del menor.

  • REFLEXIÓN SOBRE ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES

Es tiempo de seleccionar actividades extraescolares. Actividades dentro del centro escolar, fuera de este, deportivas, musicales, refuerzo, idiomas, artísticas, etc.

 

Mi consejo es que no se sobrecargue a los menores con estas actividades. Permitid tiempo para ellos, que realicen alguna actividad y se respeten los tiempos que demanden la exigencia académica. 

 

Un menor no debería estar toda la tarde de una actividad a otra. Dejando para el final de la misma las actividades escolares. Esto tiene consecuencias en su rendimiento, aprendizaje y desarrollo. Por ello, es importante saber elegir actividades extraescolares y cuántas.

  • RESPETO DE LOS RITMOS DE APRENDIZAJE

No todos los menores siguen el mismo ritmo de aprendizaje. Hay menores que pueden presenta dificultades de aprendizaje, otros dificultades en la comprensión de algunos contenidos, etc. De ahí, la importancia de conocer estas dificultades o demandas para así adaptar y retomar el hábito de estudio atendiendo esas necesidades.

 

Por ejemplo, un menor con déficit de atención necesitará unos tiempos breves. Tiempos muy marcados para el estudio, con contenido específico a trabajar seguidos de descanso. Llevándose esto a cabo en varios intervalos de la tarde.

  • RESPETO DE TIEMPOS

Muy relacionado con el punto anterior tenemos este. Hay que respetar los tiempos que los menores necesitan para su estudio. Según el tiempo que necesiten se tendrá que distribuir la tarde y actividades. Esto es importante a la hora de seleccionar las extraescolares.

 

Os aconsejo que conozcáis, valoréis y respetéis estos tiempos de aprendizaje. Así el menor podrá tener algo de tiempo libre, en el que disfrutar de aquello que desee.

 

Por experiencia profesional, si respetamos esto se funciona mejor. Si organizamos las tardes respetando al menor, sus ritmos y necesidades, dispondrá de tiempo para el estudio, algunas tardes (no todas) de alguna extraescolar y, por supuesto, de un tiempo libre para lo que desee.

  • ORIENTACIÓN EN EL USO DE TÉCNICAS DE ESTUDIO

Llevar el estudio al día es uno de los aspectos que favorece el aprendizaje. De manera que se evite el típico «atracón» final previo a fechas señaladas. En este último punto os presento el método activo de estudio.

 

Este Método activo de estudio ofrece técnicas para favorecer el aprendizaje y adquisición de contenidos. Este método activo de estudio se centra en seguir una serie de pasos y técnicas, que facilitan la atención, comprensión y memorización. Esos pasos son:

 

– Lectura y lectura comprensiva.

 

– Subrayar. Aquí hay que marcar ideas claves, haciendo anotaciones, uniendo partes, etc.

 

– Resúmenes, esquemas diversos o mapas conceptuales. Con respecto a este tipo de técnicas, destacar que hay una variedad significativa. De ahí la importancia de que los menores las conozcan y decidan cuáles les pueden ayudar según qué contenidos. Pero también conocer con cuáles se sienten más cómodos desarrollándolas.

– Memorización. Conocer diversas técnicas que ayuden a memorizar los contenidos. Porque la memoria es importante para el aprendizaje y la conexión de nuevos contenidos con los previos.

– Repaso. Este es uno de los puntos que en ocasiones se deja de lado. El repaso continuado es clave para conocer hasta qué punto está afianzado el contenido. Sin embargo, también ayuda a recordar todo lo estudiado y no olvidar información. De esta manera, de cara a un examen se tendrán que repasar contenidos anteriores sin grandes exigencias.

 

Hasta aquí algunas pautas generales para retomar el hábito de estudio por parte de estudiantes. No obstante, recordad que  cada menor es único y tiene sus necesidades.

 

Como se puede ver, un hábito de estudio acorde a las necesidades facilitará aspectos del desarrollo del menor (autonomía, responsabilidad, esfuerzo). Así como su autoestima, estado emocional, así como su rendimiento y aprendizaje.

 

Por último, si los padres y madres os encontráis «perdidos» a la hora de orientar y guiar a los menores en este hábito, o aconsejo que busquéis ayuda profesional.

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