Autocuidado, un ratito para mí, es un mensaje que expresan muchas personas, algunas de ellas como deseo. Y es algo necesario para menores y mayores, independientemente de tu edad, profesión o situación personal.

El autocuidado es un aspecto que en muchas ocasiones  se descuida por diversos motivos. Entre estos podemos encontrar situaciones familiares, el trabajo, los estudios, ser madre o padre, etc. Cada persona tiene sus circunstancias.

Con este artículo quiero hacer una pequeña reflexión personal sobre el autocuidado. Repito, una reflexión, no vengo a sentar cátedra ni a dar lecciones a nadie, porque como he escrito «cada persona tiene sus circunstancias».

Por ejemplo, en mi caso (he compartido en diferentes ocasiones en mis redes) he decidido dedicarme una parte del día, en concreto el inicio de la mañana. Me gusta madrugar y practicar yoga en el silencio de la casa mientras duermen… Y este es mi ratito de autocuidado, un ratito para mí. Aunque, también dedico, algunos días de la semana, un ratito de autocuidado (salgo a correr) al aire libre con una amiga.

Ahora bien, cada persona tenemos nuestros gustos, intereses, momentos, tiempos disponibles, situaciones personales y familiares. Evidentemente, esto determinará ese ratito para una misma.

El autocuidado no tiene que ser hacer alguna actividad, a veces tumbarse en la cama o en sofá sin hacer nada más, con una infusión, un café y el silencio… Bendito silencio en muchas ocasiones…

Este texto puede desentonar entre otros de este blog, pero creo que es necesario hablar de ello porque al final gira alrededor de muchos temas. Aquí hablo de familias, de adolescentes y peques, de necesidades educativas, recursos… Y alrededor de cada persona que puede leer el blog o a quién pueden ir dirigidos los artículos, el autocuidado es importante.

Voy a hacer un llamamiento, menores y adolescentes también necesitan tiempo propio, su ratito de autocuidado. A veces entramos en la vorágine de actividades, del día a día, que nos atropella en muchos momentos, y lo descuidamos. Y pensamos que nuestra hija o hijo no necesitan ese ratito… Y os aseguro que sí lo necesitan.

Hay menores que en las sesiones de intervención expresan que no tienen tiempo, que están cansados, que están todos los días haciendo cosas y no tienen tiempo para ellas o ellos.

Y esto es así, porque las extraescolares al final son dirigidas, en ocasiones «impuestas» y no son de elección propia al cien por cien. A lo que se suman tareas y otras actividades. Y es que, autocuidado, un ratito para mí, es un ratito en el que decido qué hacer para cuidarme mentalmente, que puede ir acompañado de la parte física o social.

Así que, el autocuidado tiene beneficios… El más importante, cuidarse de una misma, dedicarse tiempo y sentirse bien mentalmente. Y esto último es fundamental para seguir haciendo cosas y desenvolverse en otras parcelas de nuestra vida.

No podemos perder de vista el cuidado personal, las necesidades propias, dedicarse espacio y tiempo atendiendo a las demandas… Y este tiempo pueden ser cinco minutos o una hora, por la noche o al amanecer… Pero un ratito para ti.

Así que, no olvides dedicarte tiempo, piensa que peques o adolescentes también necesitan ese tiempo para sentirse bien física y mentalmente. Piensa que puedes elegir no hacer nada, y está fenomenal, o hacer alguna actividad física, leer, pintar, etc.

Esta breve reflexión tiene como objetivo dar un mensaje del valor del autocuidado en las personas. Sin embargo, también quiero que ayude a reflexionar y estar alerta de señales que peques y adolescentes muestran en torno a este tema. Y es que a veces nos centramos en programar, llenar de actividades y nos olvidamos del valor que tiene el tiempo de autocuidado para cada persona.

Piensa en tus necesidades, en qué necesitas en determinados momentos, y dedícate tiempo. Date prioridad, importancia y decida un ratito para ti y tu autocuidado.