Las autopreguntas son una estrategia de gran ayuda para el aprendizaje, así como para diversos procesos implicados en el mismo. Pero antes de continuar, vamos a aclarar qué son las autopreguntas.

Las autopreguntas son cuestiones que las personas se hacen durante el proceso de lectura para extraer información importante del mismo. 

Es decir, a medida que se va leyendo se van planteando cuestiones sobre el texto, de manera que se aclaren contenidos del mismo, así como su asimilación y comprensión.

Por lo tanto, este tipo de estrategias (en las que se va analizando lo leído) son muy útiles para ayudar a los menores en su aprendizaje. Además, es de gran utilidad en el proceso de comprensión lectora, en el que muchos estudiantes presentan dificultad.

Esta estrategia, es una de las que ofrezco a menores y familias para ayudar en su proceso de comprensión lectora. Lo que ayuda a niños y niñas (incluso adolescentes) que presentan diversas dificultades de aprendizaje, así como trastornos, entre ellos TDAH.

En los casos de estos últimos, debido a sus características, ya sea por déficit de atención o hiperactividad, esta estrategia les ayuda porque les permite focalizar la atención, así como guiarse en lo que está realizando.

Y hago un inciso…

En ocasiones, es aconsejable ofrecer la opción de que las preguntas sean anotadas en los textos, de manera que se vaya guiando en el proceso de comprensión.

Por ejemplo, imaginad que hay un texto en el que aparecen personajes diferentes, diversas situaciones o sucesos… Pues bien, se pueden escribir las preguntas que guiarán en el proceso de comprensión, de manera que faciliten esta, pero también la búsqueda de la información cuando sea necesaria para los menores.

Retomo el tema de las autopreguntas, que me lío y voy orientando en otras estrategias que pueden ir conjuntas… Pues bien, como se ha indicado, a medida que se avanza en el texto, se van pasando párrafos, se plantean cuestiones de lo leído lo guiará en lo que se entiende, se ha comprendido y asimilado.

Todo esto tendrá una utilidad, potenciando y reforzando varios aspectos.

• AUTOEVALUACIÓN

Preguntarse sobre lo que se está leyendo permitirá al lector (más pequeño o grande) saber hasta qué punto ha comprendido y asimilado lo presentado. Esta parte es muy importante cuando hablamos de comprensión y aprendizaje de contenidos para un examen, por ejemplo. Por qué… Porque si el estudiante es conocedor de si se sabe o no esas partes, decidirá pasar o no a contenidos posteriores.

Y esto, os puedo asegurar que es fundamental para el aprendizaje de los menores, su rendimiento y establecimiento de bases.

• FOMENTA LA REFLEXIÓN

El hecho de preguntar acerca de lo que se está leyendo contribuye a reflexionar sobre ello. El análisis de lo leído y ver a qué aspectos da respuesta, así como a la vinculación y unión de las diferentes partes del mismo y sus contenido.

• CONTROL DE IMPULSIVIDAD

Aclaremos esto, control de impulsividad en el aspecto de pararse, no lanzarse a leer todo, y reflexionar de manera pausada sobre lo trabajado.

Además, esto contribuirá en la resolución de las tareas, ya que guiará en ese punto de controlar, reflexionar y analizar bien lo que se debe realizar.

• REPERCUTEN EN FUNCIONES IMPORTANTES

Las autopreguntas influyen en aspectos como la atención y concentración durante el proceso de lectura, así como en la memoria, favoreciendo la retención de contenidos.

Además, favorece la planificación durante el desarrollo de tareas. Es decir, desde el inicio del proceso de lectura, y a medida que se va leyendo, se va planificando cuándo y qué tipo de preguntas hacer según las diferentes partes del texto.

Visto los beneficios que aportan las autopreguntas, es momento de mostraros cómo podemos orientar a los menores en su proceso.

En primer lugar, es importante el MODELADO y GUÍA en su utilización. Es decir, comenzar a leer con ellos y al llegar a puntos destacados hacer una pregunta o varias sobre ello.

Por ejemplo, las preguntas en las que se pueden orientar y guiar son: ¿Qué personaje es? ¿Cómo es el personaje? ¿Quién le ha ayudado? ¿Qué ha sucedido? ¿Cuál es el tema? ¿Cómo termina?

El objetivo es ir dando poco a poco a los menores autonomía en el proceso, que sean ellos los que las realicen.

Así el proceso a seguir será: del modelado, dejar al menor quien lo haga poco a poco, intercalando con el adulto, para pasar posteriormente a que lleve a cabo las preguntas el menor a través de un lenguaje externo, para llegar a un dominio de control y lenguaje interno.

A continuación van mis psicoconsejos con respecto a esta estrategia…

Psicoconsejo 1. Si es posible, según el contexto, se les puede permitir realizar las autopreguntas de manera externa y en voz alta.

Psicoconsejo 2. Es importante que en la guía de las preguntas orientemos en primer lugar en preguntas muy concretas, directas, por ejemplo cómo se llama la protagonista, dónde pasa la tarde, etc. De ahí, pasar poco a poco a preguntas que requieran de más reflexión, descripción y análisis, por ejemplo ¿por qué discuten? ¿Qué les llevó a tomar la decisión de contarlo a su madre?

Como se ha podido ver, las autopreguntas es una estrategia que favorece y ayuda en el proceso de comprensión lectora y del aprendizaje, al generalizarlo a diferentes contenidos.

Además, es una estrategia de gran ayuda para menores que presentan dificultades de aprendizaje, comprensión, déficit de atención, así como impulsividad e hiperactividad. Esto es así porque les ayuda a regularse e ir controlando el proceso de lectura.

Con respecto a este tema, y relacionado al mismo, y el interés de favorecer la autonomía de los menores y su aprendizaje, os dejo el enlace al artículo de autoinstrucciones.