Cómo adquirir la rutina de estudio es una de las preguntas que se plantean muchas madres, padres y menores. Esto se debe a que la rutina de estudio es fundamental para el aprendizaje y para el rendimiento académico.

Hay estudiantes que dejan lo que tienen que estudiar y las tareas a realizar para el último momento. Y esto no ayuda porque se desencadenan situaciones poco agradables. Por ejemplo, situaciones de tensión, agobios, conflictos en el hogar, dependencia para avanzar, e incluso malos resultados.

Como profesional y por experiencia, considero que adquirir una rutina de estudio es básico para el buen rendimiento académico. Y la clave está en empezar a adquirirla desde el inicio de curso.

He mencionado el inicio del curso, pero esto no quiere decir que no se pueda establecer en otro momento del curso académico. La flexibilidad, adaptación y cambios a afrontar están presentes y se pueden gestionar.

¿Cómo adquirir la rutina de estudio? 

Para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta los siguientes puntos.

CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES DEL MENOR

Es fundamental conocer qué características y necesidades concretas tiene el o la menor. Este punto es básico e inicial para poder tomar decisiones con el resto de puntos.

Os lo comento en muchos artículos, no es lo mismo un menor de seis años que uno de 10 años, que un adolescente. Sus necesidades, demandas y ritmos de aprendizaje, varían, de ahí que haya que conocerlos y adaptarse a ellos.

EL HORARIO

Adquirir una rutina de estudio requiere de una organización temporal y distribución de tiempos. De acuerdo a esto, es aconsejable poder establecer un horario con los menores.

En los horarios es fundamental tener en cuenta los horarios escolares, las extraescolares, y por supuesto las características de los menores. Esto nos permitirá establecer los tiempos adecuados a las características y resto de actividades. Para conocer más sobre cómo establecer un horario de estudio, os dejo el artículo Consejos para hacer el horario.

LUGAR DE ESTUDIO

Mantener el lugar de estudio es un aspecto importante a tener en cuenta. Es recomendable que los estudiantes mantengan un sitio habitual en el que estudiar y realizar sus tareas. Cambiar continuamente de lugar (un día cocina, otro el salón, otro día la habitación) no ayuda en la concentración.

Además de mantener el lugar de estudio, es aconsejable que ese lugar cumpla unas características. Entre estas características hay que tener en cuenta la mesa despejada, evitar que haya distractores, disponer del material necesario a mano, etc.

RECURSOS PARA LA ORGANIZACIÓN

Organizar y planificar tiempos empleando recursos diversos, es un apoyo que muchos menores necesitan. Entre esos recursos, se puede emplear el horario como organizador de tiempos. Sin embargo, también se pueden emplear otros apoyos como son las agendas, donde se anota todo lo que haya que realizar del colegio, planificadores, calendarios de exámenes, etc.

Este tipo de apoyos son de gran utilidad, ya que permiten pararse un tiempo y organizar de manera consciente qué hay que hacer. Además, contribuyen a tener visible lo que se debe realizar, para que no queden tareas pendientes, y el tiempo disponible.

En el artículo Cinco recursos para organizar el estudio tenéis más información sobre estos materiales, su uso e importancia.

«NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY»

Esta frase es muy significativa en el estudio y rendimiento académico. Es uno de los lemas que les muestro a los menores con los que trabajo. Hay que evitar postergar las tareas y dejarlas para otro momento. Para ello, se recurren a frases del tipo: «aún queda tiempo», «no es para mañana», «es fácil y lo hago después de jugar en cinco minutos».

Estas frases no ayudan. Si se dispone de tiempo, si se tienen los medios y se puede hacer, hay que hacerlo. Al final, dejar las cosas para otros momentos puede desencadenar olvidos, enfados y agobios por no tener tiempo para su realización.

Sobre todo, este tipo de aplazamientos generan mucha tensión cuando se junta con época de exámenes. Época en la que hay que dedicar tiempo a estudiar y a realizar trabajos, por ejemplo, generando agobios por no poder abarcar todo. En estos momentos es cuando se piensa, «Si lo hubiera empezado a hacer cuando lo dijo el profesor.»

LA FLEXIBILIDAD DEBE ESTAR PRESENTE

He mencionado la importancia de tener un horario, de seguirlo y respetarlo, pero…. Sí, hay un pero. Hay que tener en cuenta que hay momentos en los que surgen imprevistos o situaciones que pueden romper esa rutina.

Ante esto, recordad que «no sucede nada». Hay que ser flexibles, afrontar y encajar el cambio en nuestra rutina. Esto también forma parte del aprendizaje. No todo está fijado y establecido de manera estática, hay cambios y hay que gestionarlos.

LA CONSTANCIA ES EL MOTOR DE LA RUTINA

Si quieres coger forma física para correr, debes ser constante, ir de menos a más en tu carrera, salir varias veces a la semana, etc. No te conviertes en «runner» por salir tres días. Hay que ser constantes. Para adquirir una rutina de estudio sucede lo mismo.

La constancia es el motor, se debe ser constante cada día, siguiendo el horario, encajando las piezas, manejando los recursos con los que se cuenta y se decida emplear. Así se conseguirá que ese tiempo de estudio forme parte del día a día, esté integrado y asimilado por parte de los estudiantes.

Estos son los puntos fundamentales a tener en cuenta a la hora de establecer y conseguir una rutina de estudio. No es sencillo, no surge de la noche a la mañana, requiere de trabajo diario, de esfuerzo y de compromiso. Sin embargo, una vez conseguido, la satisfacción por el aprovechamiento del tiempo y el desenvolvimiento en las tareas es maravillosa.