ABJ Psicología

JUEGOS PARA LA INTERVENCIÓN FAMILIAR

Hace tiempo que tenía ganas de compartir mis juegos para la intervención familiar. Y es que por redes, e incluso en artículos, comparto algunas experiencias y luego me preguntan más sobre ellas. Así que, entre mi intención y las cuestiones recibidas, me he animado a escribir este artículo.

 

En él os voy a presentar algunos juegos que empleo para mis intervenciones en familia. Ojo…

 

Son juegos que a mí me funcionan, que domino, que preparo y adapto para cada familia y sus necesidades.

 

Cuando se lleva a cabo una intervención familiar, ya sea en una o varias sesiones (depende de cada caso), hay que tener en cuenta varios puntos.

  • Características de cada persona.
  • Predisposición de cada miembro familiar.
  • Relaciones entre las personas.
  • Los conflictos que se desencadenan.
  • Comunicación en el hogar.
  • Objetivo e interés de la sesión.

Este siempre es el punto de partida, pero como he dicho cada familia y su situación son únicas. De ahí que se tenga en cuenta para la planificación y desarrollo de la sesión.

 

Las profesionales que trabajamos con menores y familias empleamos materiales y recursos diversos. Así como planteamientos de la sesión diferentes. Cada profesional debe sentirse bien, confiada y segura con lo que emplea y desarrolla.

 

En mi caso, me gusta mucho observar a las familias, la forma en que se dicen las cosas, aunque vaya a sesiones con el hijo o la hija. Y es que estas observaciones aportan información significativa que luego puede vincularse con otra que ellos ofrecen. Además, en mis sesiones a domicilio se accede a esa información de manera directa, ya que al encontrarse en el hogar las personas se encuentran en su contexto y por tanto están más cómodas y son ellas mismas.

 

Dejando de lado esto último, que da para otro artículo, voy a centrarme en el objetivo de esta entrada, juegos para la intervención familiar.

 

Por qué juegos de mesa para la intervención familiar.

 

Pues bien, los juegos nos aportan una serie de beneficios, pero también permiten crear una dinámica de intervención agradable y adecuada para la familia. Entre los motivos por los que los uso están:

  • Generar un encuentro distendido y relajado. Gracias a ello es más fácil compartir información, abrirse a la familia, expresar emociones y favorecer el diálogo.
  • Favorecer una dinámica en la que nos alejamos de la percepción de «sentirse atacadas». Y es que a través del juego surgen temas variados, pero no hay un foco único hacia uno de los miembros de la familia.
  • Conseguir captar y mantener la atención durante la sesión. El juego te «exige» estar atenta para participar durante su desarrollo.
  • Fomentar la implicación en el encuentro. Sentirse partícipe y ser persona activa durante la misma porque eres una jugadora más.

Estos son algunos motivos del uso de juegos, que considero importantes, de cara a este tipo de intervenciones. Aunque según las relaciones familiares, el objetivo de esos encuentros, las demandas, etc, surgen otros o hay más o menos peso de cada uno de ellos.

 

Qué juegos de mesa empleo en intervenciones familiares

 

Antes de seguir, repito que estos juegos para la intervención familiar son los que a mí me funcionan. Juegos que domino, conozco, que se adaptan a mis necesidades y objetivos. Son mis juegos de cabecera para estas actuaciones, aunque no funcionan en todas igual. Pero aquí entra en juego la capacidad del profesional de adaptar, modificar y reconducir la sesión.

 

Los Story Cubes son un básico para contar historias y para emplear en muchos ámbitos. En este caso, me permiten que las personas cuenten sobre ellas mismas a raíz del lanzamiento. E incluso generar diálogo con cuestiones, a partir de los dados, dirigidas a todas las personas.

Si queréis conocer más sobre este juego y el uso que le doy, tenéis varios artículos en el blog.

 

Ikonikus (de Manu Palau y la editorial Brain Picnic) es un básico en cualquier ludoteca junto con los Story Cubes. Y es que podemos trabajar y hablar sobre temas diferentes gracias a la mecánica del juego para plantear cuestiones y dar respuesta con una imagen.

 

Imaginad la pregunta «cómo os sentís cuando os repiten o piden lo mismo muchas veces seguidas, por ejemplo recoge o haz esto». Aquí, las imágenes elegidas por cada persona ofrecerán información de sus sentimientos y percepciones. Pero habrá que pedir que expliquen el por qué, lo que enriquece más la dinámica. Así que, será una forma de favorecer la expresión emocional, pero también de ayudar a las personas adultas de entender cómo lo ven sus menores. Y no solo eso, que la persona adulta identifique y reflexione, en este caso, sobre ese punto en cuestión cuando le sucede a ella.

 

Los que seguís este blog, sabéis que empleo este juego en muchas de intervenciones y talleres. Pero hay un uso especial que le doy cuando trabajo con adolescentes.

 

 

Feelinks, de la editorial Mercurio, es un juego de emociones que va más allá e introduce la empatía. Este juego con sus cartas nos permite trabajar sobre situaciones diferentes en tres contextos, indicando qué emoción sentiríamos de las mostradas en mesa. Posteriormente, debemos identificar qué emoción sentiría la «pareja» que nos haya tocado.

 

En las intervenciones familiares pido a las personas que digan situaciones, o bien les dejo unos minutos para que las anoten en varias tarjetas y yo las voy leyendo en cada ronda. Aquí se trabaja sobre situaciones de esa familia en cuestión, además se permite analizar cómo lo vive cada uno e identificar la empatía de cada miembro familiar en esas situaciones.

 

Magic Maze (de la editorial 2Tomatoes) es un juego del que ya os hablé sobre el uso que le di en una intervención con una madre y su hijo. Y es que Magic Maze es un colaborativo, en el que no se puede hablar y cada persona tiene movimientos, pero no personajes. El hecho de tener que mover entre todas las personas a los personajes sin poder hablar genera tensión, y a veces mucha.

 

En intervención familiar permite ver cómo se comportan las personas en esos momentos, las relaciones entre los miembros, quien coge un papel de líder, etc. Por ello, en algunos casos y con algunas familias puede ser un recurso interesante para ver el comportamiento y relaciones entre todas las personas.

 

 

Las personas que me conocen y me leen, saben que Código Secreto (de la editorial Devir), en sus diversas versiones, es un juego que me gusta mucho. Es cierto, que a la hora de intervenir con familias hay que realizar algunas adaptaciones para el desarrollo del mismo.

 

Por ejemplo, yo cojo el rol de darles pistas, como si fuera de su equipo y de un color concreto, y la familia debe comunicarse para dar respuestas. Aquí se ve la escucha, comunicación, tono de voz, gestos, confianza entre miembros, quién toma el papel de líder, quién se mantiene al margen, etc.

 

Y todo esto es muy significativo, ya que será el eje de conversación posterior y análisis del desarrollo del juego y de la familia como equipo. Permitiendo así a cada persona expresar cómo se ha visto, lo que le ha llamado la atención, cómo ha estado en el equipo, etc.

 

Como se puede ver, la selección de estos juegos para la intervención familiar tienen un eje común… LA COMUNICACIÓN Y EXPRESIÓN DE TODAS LAS PERSONAS. El objetivo es que se abran, cuenten y expresen cómo se sienten, cómo ven las cosas, en un entorno controlado, guiado, seguro y de confianza.

 

Ya he indicado (varias veces) que esta es mi selección de juegos, en el mercado hay muchos más. Pero lo importante es emplear juegos que se conozcan, se hayan jugado, se dominen y se consideren adecuados para la intervención (y todo lo que engloba) y para la familia.

 

Si quieres asesoramiento o una consultoría sobre cómo llevar juegos de mesa a este tipo de intervenciones, puedes ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de ayudarte.

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