Poción Emotijuegos es el título del taller llevado a cabo en unas jornadas educativas. En concreto en las II Jornadas de Juego, Gamificación y Aprendizaje, en las que tuve la oportunidad de presentar un taller y una ponencia.

En este artículo voy a compartir el taller que llevé a cabo, llamado Poción Emotijuegos. El motivo de explicar un poquito más es la demanda recibida de algunas personas. Algunas no pudieron asistir y me han pedido información, e igualmente nos quedamos cortos de tiempo y no pude desarrollar algunas actividades durante el mismo. Por ello, voy a desgranar qué compartí en Poción Emotijuegos.

El taller estaba estructurado con varias fases. Para arrancar quería activar a las personas asistentes, concretamente diseñé varias fases para el inicio:

• Recibían un sobre con la consigna «No Abrir». Esto ya generaba incertidumbre. Os recuerdo que el objetivo era trabajar las emociones.
• Una vez hecha mi presentación (Quién soy), les permití abrir los sobres. En ellos encontraron unas pegatinas que mostraban un color y tres cartas del IkoniKus (de la editorial Brain Picnic y diseñado por Manu Palau). El objetivo: juntarse con los compañeros que tenían el mismo color de pegatina.
• Una vez hechos lo grupos, tocaba seleccionar qué carta de las que tenían en el sobre mostraba el estado emocional en el que se encontraban. La idea había sido compartir más aquí, pero el tiempo era limitado y había que avanzar. De todas formas ya pude introducir un juego fantástico, Ikonikus, para trabajar emociones.
• Después cada grupo recibió otro sobre, en el que encontraron un código que al descifrarlo les daba una palabra, que mencionaba una emoción. Lo que nos daba el inicio de la parte gruesa del taller.

A partir de aquí vimos algunas de las emociones, las de los sobres y las mostradas en la presentación.

Una vez realizado este recorrido era momento de dar a las emociones la importancia que tienen en su totalidad. Para ello se analizaban los elementos implicados en el proceso emocional:

• Contexto: Situaciones, personas, lugares, objetos o recuerdos a los que nos enfrentamos.
• Psicológico: Los pensamientos e ideas que se desencadenan ante un situación determinada (estos pueden ser positivos o negativos según la situación en la que nos encontremos).
• Fisiológico: Reacciones corporales que se manifiestan (sudores, palpitaciones, sonrojarse, temblores, etc)
• Conductual: Aquellas acciones que se llevan a cabo en la situación.
• Emociones: Estado que vivimos, cuya intensidad dependerá de cómo se vayan coordinando los diferentes elementos del proceso emocional.

Siguiendo con la estructura del taller Poción Emotijuegos y analizados los elementos del proceso emocional, vinculándolos con las situaciones generadas en el taller (es más fácil comprender y asociar con lo vivido de manera directa y cercana), llegó el momento de explicar… ¿Por qué juegos de mesa?

Porque los juegos de mesa nos permiten trabajar sobre diferentes áreas del desarrollo y aprendizaje de las personas, entre ellas las emociones.

¿En qué aspectos emocionales nos permiten  hacer hincapié los juegos de mesa?

• Identificación de emociones.
• Frustración.
• Empatía.
• Gestión emocional.
• Habilidades sociales.
• Estrategias para afrontar diferentes situaciones.
• Autoinstrucciones.

En este último punto, hice énfasis en el taller y aquí también lo voy a hacer por un motivo fundamental para mí:

La relación directa entre las autoinstrucciones en el juego y en la gestión emocional.

Cuando participamos en un juego consciente o inconscientemente nos vamos repitiendo los pasos a seguir, las acciones que debemos llevar a cabo en nuestro turno, el objetivo final, etc. Lo mismo sucede en la gestión emocional, debes darte instrucciones acerca de los pasos a seguir para el control ante una situación dada.

Y esto último funciona muy bien en el trabajo con los menores. Se establecen instrucciones a seguir para el juego, pero también para la gestión emocional y conductual durante el mismo.

Esta era la parte más teórica del taller. A partir de aquí, el objetivo era jugar a una adaptación del Time´s Up para emociones, pero… «¡ohhh, el tiempo se acabó!».

Así que, ahora os explico un poquito más sobre el objetivo de esta parte del taller.

Time´s Up (de la editorial Asmodee) es un juego que presenta diferentes versiones. Es cooperativo. Tiene dos partes, una verbal, en la que se dan pistas para acertar una imagen, y otra gestual, en la que a través de gestos se tienen que volver a acertar las cartas que forman parte del mazo seleccionado. Pero ojo, ¡todo esto con un tiempo límite! Pero si queréis conocer un poco más del juego os dejo esta reseña de Julia Iriarte.

Pues bien, la adaptación que planteé para el taller, y que están llevando a cabo mis chicos del taller de gestión emocional, consiste en elaborar ellos mismos una serie de tarjetas de diferentes emociones con algún dibujo (facial, situación, corporal…).

El objetivo de esta adaptación es identificar las emociones y para ello deberán ir dando pistas en la que se muestren situaciones, reacciones fisiológicas, pensamientos o conductas que se realizan.

 

¿Qué nos aporta esta adaptación?

Conocer cómo los menores identifican esas emociones y cómo asocian los diferentes elementos del proceso emocional a las mismas y a sus vivencias personales.

Pero no solo esto. En la parte gestual poder representar movimientos, acciones o gestos puede aportar información a la profesional sobre la interpretación que hace cada menores, sus vivencias y conocimiento acerca de las mismas.

Por último, otra adaptación que me hubiera encantado desarrollar en el taller y que se puede llevar a cabo para trabajar las emociones es un rosco de Pasapalabra. Con esta actividad permitimos a los menores buscar y elaborar diferentes definiciones sobre las emociones en las que se tenga interés trabajar.

Y para finalizar, no podía terminar un taller de juegos y emociones sin mencionar algunos de los juegos de mesa diseñados para trabajar emociones. Por ejemplo, el maravilloso IkoniKus y uno muy reciente (que yo estoy probando con grupos diferentes, ya os contaré más) Feelinks, el juego de las emociones (Mercurio Distribuciones).

Pero lo maravilloso de los juegos de mesa es que permiten ser adaptados para el trabajo emocional. Un ejemplo es Dixit, en este artículo que escribí podéis conocer más sobre la adaptación que hice para trabajar emociones. También se pueden introducir emociones jugando con los dados de Story Cubes o Imagine también nos da pie a generar situaciones y relacionarlo con emociones.

A través de los juegos de mesa el trabajo emocional está presente. No obstante, si queremos focalizarlo en un aspecto concreto, podemos adaptar el juego o generar una actividad a partir de él.

 

Hasta aquí todo lo que fue y pudo haber sido del taller Poción Emotijuegos. Espero que os haya dado algunas ideas para trabajar este tema en el aula o en vuestros centros formativos de manera más lúdica y divertida, permitiendo así conocer un poquito más de vuestro alumnado.