Los propósitos de año nuevo es uno de los temas que más surgen estos días tras las fiestas de navidad. Y es que, parece que el inicio del año va acompañado de nuevos objetivos y propósitos. Sin embargo, este tema no debe ser una obsesión ni nos debe preocupar en exceso.

Debemos tener claro que un cambio de año no es determinante, es importante seguir con nuestra vida y ritmo, e ir introduciendo nuevos objetivos según nuestras necesidades y momentos vitales.

Aprender inglés, ir al gimnasio, leer libros, quedar con amigas o familia de manera continuada, autocuidado… Propósitos e intenciones que se plantean con buena predisposición, pero que, en ocasiones y por diversos motivos, pierden continuidad, generando emociones incómodas.

Cuando trabajo con adolescentes sus propósitos de año nuevo coinciden con el inicio de un nuevo trimestre. Os podéis imaginar que algunos objetivos que se plantean son un poco complicados de conseguir de manera inmediata. Complicados porque es importante ir paso a paso, ver las necesidades personales y a partir de ahí plantear acciones.

Y es que los propósitos requieren de adaptación y continuidad, ir paso a paso, de menos a más, no desgastarse o frustrarse desde el inicio por ver un escalón muy grande y «tirar la toalla».

De ahí la importancia de plantear propósitos y objetivos realistas, acordes a las necesidades personales, retadores en un nivel adecuado, que permitan ver la evolución y el progreso.

Por ejemplo, si nunca has salido a correr, no puedes plantearte salir a correr todos los días una hora. Hay que ir poco a poco, alternar andar y correr, aumentar tiempos y distancias con ritmo constante, conocer tu disponibilidad diaria, etc. Todo ello te puede ayudar a que en unos meses puedas animarte a correr una carrera de 5kilómetros (así empecé yo…).

Este es un ejemplo sencillo, pero la finalidad del mismo es que seamos realistas con esos propósitos que nos planteamos. Realistas según nuestras características personales, necesidades, intereses, prioridades, autocuidado…

Y he escrito nuevamente la palabra clave, y de la que tanto se habla, autocuidado. Hace un tiempo escribí sobre el autocuidado y la importancia que tiene sacar un ratito para una misma. Ratito en el que haces lo que te gusta o haciendo nada. Creo que es importante que prioricemos unos minutos cada día. Debemos cuidarnos mentalmente y valorar que cuidarse es ir más allá de salir a andar, por ejemplo.

Hay que tener en cuenta que la actividad o momento elegido para nuestro autocuidado, desencadena y acompaña muchos otros factores determinantes para el bienestar de las personas.

Si las personas adultas damos valor al autocuidado, lo recogemos como una parte importante de nuestro día a día (que pueden ser minutos), estamos dando ejemplo a la infancia y adolescencia. Sobre la adolescencia y autocuidado ya escribí en un artículo por el valor que tiene y lo poco que se valora.

Y a qué viene todo esto… Pues que entre los propósitos de nuevo año te recomiendo que te plantees un ratito de autocuidado para ti. Para dedicarte unos minutos a hacer algo, o hacer nada, que te relaje, desconecte, te resulte placentero, te ayude a sentir bien. Porque esta debe ser una prioridad, cuidarnos física y mentalmente, porque ambas se relacionan.

Antes de finalizar esta entrada de propósitos de año nuevo, quería compartir un cambio que habrá en el blog… Este año no tengo el propósito de publicar semanalmente por diversos motivos. Entre ellos, el profesional por el volumen de trabajo y proyectos que tengo, y el personal por mi salud mental y respetar mi autocuidado, además de dedicar tiempo y ESTAR con mi familia (uno de mis pilares fundamentales).

Publicar semanalmente es exigente, para mí este blog es un rincón donde compartir contenido de manera libre, sin presiones y exigencias. No es mi foco de trabajo directo, escribir me relaja, me gusta y me permite compartir ideas, recursos y estrategias que ayuden. Teniendo esto en cuenta, seguiré escribiendo, pero no me puedo comprometer a publicar semanalmente porque tengo otras prioridades.

Este blog no termina, hay mucho contenido escrito y mucho aun por compartir, pero desde la calma, la calidad y el respeto por las personas que me leéis. Menos es más…

Arrancamos el 2024 con muchos proyectos que os iré contando por aquí y en mis redes sociales. Proyectos que me tienen muy ilusionada, me están permitiendo crecer profesionalmente y seguir aprendiendo. Y esta es una de mis prioridades en el 2024…