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DIXIT Y EMOCIONES

El juego Dixit y emociones es una combinación curiosa, pero gratificante y enriquecedora. Al menos, en mi experiencia y con grupos de menores de edades diferentes. No obstante, hay experiencias mejores y otras no tanto, porque el grupo, cada menor y la puesta en marcha, influye.

 

Hace unos años compartí por redes sociales una imagen de uno de mis talleres jugando al Dixit. En concreto, al Dixit con una adaptación a las emociones. A raíz de ella, me pidieron escribir un artículo sobre la actividad en cuestión, Jugando a las emociones con Dixit. Sin embargo, muchas personas me han pedido que hable más sobre el tema en el blog. Y aquí estoy, hablando del juego de mesa Dixit y Emociones.

 

Antes de seguir, decir que el juego de Dixit es uno de mis favoritos y está en mi TOP10. Está ahí por su estética, por su mecánica, por lo que transmite y los momentos maravillosos que aporta. Gracias a este juego (siguiendo su reglamento) he vivido experiencias únicas con menores, pero vi que podía ir más allá con su uso.

 

Aclarando ideas sobre el Dixit, decir que es de la editorial Asmodee y su autor es Jean Louis Roubira. En este juego somos «cuentacuentos» por rondas a partir de una carta de las que tenemos en mano. La persona cuentacuentos dice una palabra o una frase que le transmita una imagen. El resto de personas eligen de entre sus cartas una que evoque esa frase o palabra. Posteriormente se muestran y se puntúan tratando de identificar a la persona «cuentacuentos».

 

Si queréis conocer más sobre este juego, sus expansiones y algunas aplicaciones, os dejo este artículo escrito por Julia Iriarte en el portal bebeamordor.com. Dicho esto, me centro en el objetivo de este artículo, Dixit y emociones.

 

Adaptar el juego Dixit para trabajar las emociones me permite conocer más de las personas, cómo identifican, expresan y gestionan las emociones. Y todo ello, gracias a las cartas del juego.

 

Algunas de las preguntas que me plantean cuando conocen este uso que doy al juego Dixit es ¿Cómo haces la adaptación a las emociones? ¿Cambias la mecánica del juego? ¿Eliminas componentes? ¿Cambias las reglas? 

 

Y mi respuesta es… No hay grandes cambios, es mucho más sencillo. El cambio real se muestra en el momento «cuentacuentos». Es decir, aquí cambia la instrucción, indicando que la palabra o frase debe ser una emoción. Pero esta puede presentarse de dos maneras (elegid una durante todo la partida):

 

  1. A partir de una carta elegida de la mano propia se dice una emoción, por ejemplo «orgullo».
  2. Se tienen cartas de emociones (las tengo elaboradas previamente), se coge una al azar y se selecciona una carta de la mano acorde a ella.

 

En la segunda opción hay una mayor limitación, que requiere de mayor esfuerzo de análisis y reflexión. Y es que no se elige la emoción, sino que la persona cuentacuentos se ve como el resto de personas jugadoras, la emoción viene dada y debe ver qué carta lo refleja mejor. Y posteriormente transmitírselo al grupo.

 

Mi recomendación, por experiencia personal, es que si vais a llevar a cabo esta adaptación, empecéis con la modalidad 1. Dando así mayor libertad en la elección de carta y emoción, permitiendo a cada menor sentirse más cómoda en su elección.

 

Esta adaptación del juego Dixit a las emociones es enriquecedora por varios motivos:

  • Trabaja y amplia el vocabulario emocional.
  • Favorece la interpretación emocional según imágenes.
  • Ayuda a la expresión de emociones.
  • Contribuye al diálogo y análisis emocional.

Esta última parte es la más gratificante y educativa del juego a nivel emocional. Y es que me gusta dejar al final de cada ronda unos minutos de reflexión y explicación de las cartas seleccionadas por cada persona. Esto permite incidir en la importancia de que cada persona experimentamos diferentes emociones y varía en la gestión de estas ante una misma situación. Así como, una emoción puede darse en momentos muy dispares y con diferente intensidad.

 

Y es que la educación emocional requiere de un trabajo y enseñanza en muchos puntos claves de ella. No es solo poner nombre a lo que se siente, es saber por qué, qué factores intervienen, cómo manejarlos y cómo gestionarlos. En este caso, jugando al Dixit adaptado a las emociones, podemos realizar ese trabajo.

 

Es importante tener claro qué objetivo se tiene con esta adaptación, y la edad del grupo o menor, porque el impacto durante su desarrollo es significativo. Saber gestionar el momento de diálogo, guiar y orientar en el proceso es muy importante.

 

Esta adaptación del juego Dixit se puede llevar a cabo en diferentes entornos, ya sea en ámbito educativo, psicológico, laboral, etc. La clave está en saber qué objetivo se tiene y con quién se pone en marcha. Además de contar con recursos y herramientas ante posibles imprevistos.

 

Por mi experiencia, hago hincapié en la última frase. Y es que, cuando lo he empleado con adolescentes, la intervención, comportamientos y desarrollo del juego varía significativamente. Por ello, saber manejar esas situaciones de tensión, conflicto o malestar emocional es clave para ofrecer un entorno seguro a la persona.

 

En este artículo os he presentado el juego Dixit adaptado para trabajar un contenido concreto, las emociones. Sin embargo, hay juegos específicos que ayudan a hablar y trabajar las emociones, por ejemplo Feelinks de la editorial Mercurio o Ikonikus de Brain Picnic.

 

Si queréis conocer más juegos o adaptaciones sobre ellos que realizo en mis talleres e intervenciones individuales, os animo a visitar la categoría de Aprendizaje Basado en Juegos del blog.

 

Si te apetece o necesitas una sesión de asesoramiento para materiales o adaptación de juegos para colectivos u objetivos específicos, estaré encantada de ayudarte.

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