
EL APRENDIZAJE ANTE LA DIFICULTAD
El aprendizaje ante la dificultad, ante situaciones adversas, no es fácil. Continuamos en una etapa excepcional, seguimos con el confinamiento debido al Covid-19, lo que está implicando cambios, adaptación y flexibilidad.
La semana pasada os presenté en el artículo un vídeo, dirigido a toda la familia, en el que mostraba una serie de recomendaciones generales. En él, las pautas estaban encaminadas a esta etapa de «el cole en casa», cómo organizar y gestionar ese tiempo y tareas. Os recuerdo…
Eran «consejos» generales, cada familia presenta sus dificultades y necesidades.
Y en este artículo quiero hacer más hincapié, resolviendo algunas cuestiones. En las familias que hay menores que presentan dificultades de aprendizaje o trastornos, como el Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH). Para todos esta siendo complicado, pero cuando nos encontramos con dificultades hay situaciones y momentos de gestión diferente.
Evidentemente, aquí no puedo atender a cada familia en particular. Pero sí puedo ofreceros algunas herramientas y pautas para que los menores con dificultades puedan llevar mejor las tareas en el hogar. Para ello, vamos a ir respondiendo a algunas dudas que surgen y se deben tener en cuenta:
- ¿Qué dificultad presenta el menor?
Punto de partida, clave y determinante. Aunque tengamos un diagnóstico o necesidad, no quiere decir que en todos se manifieste igual. De ahí que se conozca bien al menor, su dificultad y necesidad específica. Esto es así porque se podrá planificar y organizar acorde a ello, así como buscar los apoyos necesarios.
Imaginemos un menor con déficit de atención. Evidentemente, esta dificultad determinará los tiempos marcados, cómo desarrollar las tareas y las herramientas empleadas para ello. Por ejemplo, orientar en un trabajo más activo que pasivo, alternando tiempos breves de estudio y atención con descansos.
- ¿Qué puntos fuertes tiene el menor?
Esto puede parecer sin importancia y en ocasiones pasa inadvertido, pero no lo es. Los puntos fuertes son determinantes porque favorecerán la motivación, la autoestima y la satisfacción del menor por lo realizado.
Imaginemos a menores que son muy constantes y aplicados. Aprovechar ese punto fuerte ayuda cada día en esa iniciativa y arranque para realizar lo requerido. Porque tienen asumida esa rutina y tarea, de ahí que sigan con ella.
Y sí, los puntos fuertes deben seguir siendo reforzados, porque ahora son anclajes sobre los que seguir caminando y plantear nuevas acciones.
- ¿Hay que delimitar espacios de trabajo?
Analicemos… Época de confinamiento, 24 horas, durante muchos días, entre las mismas paredes. Y esto no es sencillo, ni para los adultos ni para los menores. Es importante delimitar dónde realizar las tareas, de manera que ayudemos a la rutina y al hábito.
Ese espacio se empleará en diferentes momentos del día para otras actividades, es normal. No obstante, tener claro el momento (establecer tiempos) y lugar de realizar las tareas ayudará en la concentración y en el desarrollo de las mismas.
Si cambiamos continuamente del lugar de estudio, al menor le resultará más complicado mantener la atención, ya que tendrá que analizar el entorno, lo que hay en él, así como los distractores. Y esto en menores con dificultades de atención es un aspecto muy importante a tener en cuenta.
- ¿Se aconseja establecer tiempos de estudio?
Elaborar un horario o una plantilla de actividades a realizar es fundamental. Volvemos al punto de la rutina y poder anticipar lo que va a suceder. Imaginad y asociarlo siempre al horario del cole o al de las actividades extraescolares, que ayuda en la planificación. No solo eso, también en el aprendizaje al marcar tiempos contribuirán en la atención.
Ante menores que presentan dificultades de aprendizaje es determinante marcar los tiempos de trabajo y los tiempos de descanso. Estos últimos terminan siendo recompensas a su actividad. Y lo agradecen mucho.
Imaginaos un menor que tiene hiperactividad, su necesidad de movimiento determinará que haya momentos en los que tenga que moverse. Pues bien, si marcamos tiempos breves en los que decir qué deben hacer y que después se levantará, permitirá que se concentre porque tendrá su tiempo de «desfogue».
- ¿Se puede establecer tiempo de recreo o juego libre entre tareas?
Planteamos tiempos de trabajo (15-20 o 25 minutos según el menor) y descansos de pocos minutos (5 o 10 minutos). Sin embargo, hay momentos en los que hay que descansar más. Es decir, podemos establecer un descanso mayor o recreo en el que poder introducir una dinámica más física o juego libre (como el recreo del colegio). Pero en esa actividad podemos aprovechar para dejarles que hagan algunos bailes o ejercicios físicos de plataformas diversas.
Esta última indicación ayudará a todos los menores, pero a los más activos, a los que requieren de mayor movimiento por sus características es una vía de escape de gran ayuda.
- ¿Tiene que ser cada día igual o se puede flexibilizar?
Tener un horario o estructura temporal, ayuda en la organización y aprendizaje, ya se ha indicado. Si queréis algunas recomendaciones para elaborar un horario, aquí os dejo un artículo al respecto. Cada día será diferente, nos encontraremos con estados emocionales diversos, motivaciones distintas y estados de atención dispares. Por ello, hay que se flexibles.
Es decir, tener la capacidad de alternar actividades, las asignaturas, y tiempos según el estado del menor y del adulto. Evitando presiones y frustraciones que conduzcan a conflictos y malestar (que no ayudan en esta situación).
Imaginaos que una mañana el menor se levanta más irascible, cansado o triste. En ese momento hay que atender a ese estado emocional, dar respuesta, apoyo y guía ante la situación. Si hay que empezar por actividad física o por alguna manualidad porque le relaja o lo requiere podremos modificar el horario. No pasa nada.
- ¿Es importante hablar con los menores?
Es fundamental hablar con los menores, independientemente de la edad, adaptando el vocabulario y conversaciones a su edad. Esto lo remarco aquí porque es importante dejarles que expresen ante la situación que estamos viviendo. Pero también, deben participar de sus responsabilidad y dar su opinión acerca de las tareas a realizar, orden que seguir, dificultad…
Ellos pueden manifestar, según la dificultad, si prefieren arrancar la jornada con cálculo, que les gusta y motiva más, en vez de con sociales, que igual requieren más ayuda del adulto.
Y este último punto es clave de cara al siguiente punto…
- ¿Cómo estimular su autonomía?
El teletrabajo junto con tareas escolares no es sencillo. Lo sé. Por ello, aconsejo hablar con los menores y delimitar qué tareas pueden realizar de manera autónoma, sin que requieran de mucha supervisión.
Así, las tareas que requieran de ayuda de los adultos se pueden aplazar a momentos en los que el papá o la mamá puedan sentarse junto al menor. Sin estarse sintiendo «molestados» continuamente durante su trabajo.
Imaginaos que un menor tiene facilidad para realizar cálculo en matemáticas, pero la resolución de problemas le resulta complicado por la comprensión lectora. Pues bien, dejemos que realice solo el cálculo mental, así reforzamos su autonomía, motivación y autoestima. Posteriormente, cuando el adulto esté disponible, realizará con él los problemas o apoyará en ellos.
- ¿Debemos hablar con los docentes?
Sí, sí y sí. Hay que contactar y hablar con los docentes. Mantener comunicación con ellos es fundamental
Hay que manifestar a los docentes las dificultades que encuentren los menores, si están desbordados, si no entienden contenidos… Hay que decirlo, explicarlo a los docentes, para que ellos puedan reorganizar y reorientar en las tareas.
Pensad que los docentes también están perdidos y desbordados ante esta nueva situación. Por ello, quizá necesitan unos ojos en los hogares que les expliquen cómo están desarrollándose las cosas.
Con alumnado que presenta dificultades, podrán orientar, dar pautas o actividades alternativas, así como el contacto y comunicación con los maestros especialistas.
Como podéis ver a lo largo del artículo, si hago hincapié en un aspecto es en la COMUNICACIÓN. Comunicación en el hogar, con los menores, pero también con los docentes.
- ¿Qué recursos se pueden emplear para ayudarles académicamente?
Los docentes están enviando material, enlaces a vídeos o plataformas diversas. Pero en el día a día se pueden emplear herramientas y recursos que ayuden para las tareas.
– ORGANIZADORES DEL ESTUDIO. Hay diferentes recursos que pueden ayudar en este tiempo de confinamiento para poder organizar lo que se debe hacer. En este artículo os hablaba de ellos.
– JUEGOS DE MESA. Sí, juegos que nos ayuden a romper entre asignaturas, permitiendo introducir alguna nueva o bien para trabajar la atención. Imaginad que van a comenzar con matemáticas, pues se puede echar una partida rápida a Alto Voltaje. No solo eso, hay muchos juegos de mesa que nos ayudan a reforzar contenidos de aula y el aprendizaje. Os recomiendo visitar el portal de bebeamordor donde podéis encontrar juegos por materias en su sección Efecto Lúdico.
– CRONÓMETRO O RELOJ. Es aconsejable colocar un dispositivo que ayude a marcar los tiempos, el inicio y el final. Podéis incluso emplear un timbre que se asocie al inicio del cole, cambio de materias o tiempo de recreo.
– ESTRATEGIAS PARA MANTENER LA ATENCIÓN. Se recomienda que los menores cuenten con un listado de estrategias que favorezcan y ayuden a mantener la atención durante el estudio. Este tipo de estrategias serán un apoyo para su aprendizaje y rendimiento académico.
– INFOGRAFÍAS. Muchos menores necesitan tener contenido visible, que les guíe y ayude en sus tareas y recursos para el aprendizaje. Desde Psicoeducamos están presentando descargables con pautas para el estudio, por ejemplo Coronavirus y el cole en casa y Cómo estudiar, entre otras.
Antes de finalizar, un aspecto que no quiero dejar escapar y creo que es importante es el siguiente….
Si el menor y la familia está recibiendo terapia, ayuda o intervención psicopedagógica con un profesional (psicólogo o logopeda, por ejemplo), mantened el contacto.
En estos momento la AYUDA PROFESIONAL es fundamental. Ya lo he indicado alguna vez, el profesional podrá ir orientando y guiando ante las dificultades de aprendizaje y necesidades que vayan surgiendo. Sin embargo, si ahora se detectan «problemas» y se necesita alguna orientación, buscad ayuda de profesionales del ámbito.
Por mi parte, deciros que sigo realizando mi trabajo online, así que si necesitáis orientación y ayuda podéis poneros en contacto conmigo.
Mucho ánimo en esta etapa… #yomequedoencasa
Inés Pombo
Buenas, estoy muy de acuerdo con lo que has puesto, hay que mirar todos los puntos fuertes de los niños/as y ayudarles a que en esta época de confinamiento a que no se estresen encerrados y proponerles una rutina de acuerdo con los docentes y el psicólogo, en la que hagan deberes, hagan ejercicio, etc.
María Jesús Campos Osa
Buenas tardes Inés,
Muchísimas gracias por la lectura del artículo y por tu comentario. Es un momento complicado y sí, emplear los puntos fuertes es un aspecto a tener en cuenta siempre, pero ahora puede ser una cuerda de la que impulsarse para avanzar.
Un saludo y ánimo en esta etapa.
Cristina Penalva
Muy de acuerdo. Adaptarnos a esta situación nos está resultando muy difícil a todos. Lograr un buen desarrollo del aprendizaje, sobre todo de los más pequeños, es una cuestión delicada. Para aquellas familias con menores de estas características será más complicado, pero con soluciones y pautas como éstas podremos organizarnos y adaptarnos poco a poco.
María Jesús Campos Osa
Buenas Cristina,
Está siendo una situación complicada para todos, adultos y menores. Con respecto al tema tareas académicas, está siendo difícil en muchos hogares, cuando hay alguna dificultad de aprendizaje o trastorno se puede complicar más por la atención que requieren los menores y las necesidades que surgen. Importante comunicación, organización y pautas adaptadas a cada familia.
Un saludo y ánimo!!