EMOCIONES EN EL FINAL DE CURSO
Emociones en el final de curso son palabras que van unidas por diferentes motivos. Y es que el final de curso es un período de tensión, cansancio, nervios, despedidas o alegrías, por diversas situaciones y experiencias a las que enfrentarse.
Aunque llega el momento de descansar académicamente para todas las personas (alumnado, familias y profesorado), también hay bastante carga emocional en esta etapa previa.
Hay que tener en cuenta que el cansancio pasa factura y estas semanas está muy presente (en todas las personas). Y si le sumamos el calor que nos está acompañando algunos días, todo se intensifica. Además, el cansancio puede estar acompañado de más irritabilidad, y a la mínima la paciencia se pierde. Y esto les sucede a peques y no tan peques…
Por ello, es importante tener en cuenta cómo se encuentran nuestros hijos e hijas, para entender algunos de sus comportamientos. Y no solamente el cansancio es foco de irritabilidad o malestar, hay muchas emociones en estos días que también desencadenan momentos a gestionar.
Hay menores que van a cambiar de etapa educativa, e incluso de centro escolar. Por ejemplo, el paso de infantil a primaria, o de primaria a secundaria. Cambios que se darán y que en estos momentos pueden ir acompañados de tristeza, incertidumbre o confusión. Y es que, despedirse de docentes, cambiar compañeros y de grupo pueda desencadenar emociones de pena y tristeza ante la separación.
Sin embargo, no todas las emociones van en la línea de la tristeza o la pena, también el estrés y ansiedad están presentes. Y es que, hay estudiantes, sobre todo en secundaria que estos días se «juegan» el curso. Como podemos imaginar esto genera cierta tensión. El final del curso no es sencillo, pero contar con algunos consejos, ayuda.
Hacer exámenes en estos días es muy intenso, tanto para estudiantes como familias (algunas tardes no son fáciles en los hogares). Por ello, hay que tener en cuenta la situación que se está viviendo, si se examinan por la recuperación de trimestre o por un global, si es un examen final. Porque hay nervios, pero la repercusión de cada examen y su resultado puede desencadenar consecuencias muy distintas.
Las emociones en el final del curso pueden ser diversas, como he mencionado, e incluso vivir esa montaña rusa emocional. Feliz por acabar el curso y triste por despedirse de personas que les han acompañado durante meses o años. Incertidumbre y preocupación por los resultados…
En estos momentos y situaciones mi recomendación es entender porqué se sienten así y acompañar en la gestión de esas emociones. En este proceso de comprensión y acompañamiento son fundamentales una serie de puntos.
- ESCUCHADLES. Conocer qué es lo que les hace sentir así, qué anticipan que puede suceder, . Pero también hay que dejarles que se expresen sin interrogatorios.
- EVITAD LOS INTERROGATORIOS. Lo acabo de mencionar, los interrogatorios no ayudan y, a veces, generan rechazo y se alejan. Por ello, lo mejor es plantear cuestiones desde el respeto haciendo comentarios, incluso poner ejemplos si vemos que les resulta complejo explicar. Así como, emplear juegos o recursos que nos puedan aportar información significativa.
- ACLARAD LAS DUDAS QUE TENGAN. Hay menores que se forman ideas, tienen dudas o anticipan situaciones de cara a lo que va a suceder en un futuro.
Así que, os recomiendo aclarar sus dudas, no creéis temas tabú, explicad las cosas o sus dudas adaptando el vocabulario y explicación a su edad y necesidades. Esto es fundamental para evitar crear falsas expectativas o anticipaciones erróneas que pueden generar más malestar emocional.
- GUIADLES EN LA GESTIÓN EMOCIONAL. Entender su emoción también implica poder ayudarles en la gestión de la misma. Esto es clave, tanto para saber porqué se sienten así, conocer sus ideas y pensamientos y ofrecer pautas y recursos para gestionar la emoción.
Es normal que estén tristes, que les de pena alejarse de sus compañeros, despedirse de su profe porque cambia de centro, abandonar el centro escolar en el que están, etc. Hay menores que se enfrentan a situaciones muy diversas en este final de curso, así que entenderlas será fundamental para comprender algunos comportamientos.
Y es que las emociones en el final de curso son palabras que van unidas por lo que implican estas semanas…
Según todo esto, os animo a que estéis pendientes de vuestros hijos e hijas, independientemente de la edad, y de cómo se encuentran emocionalmente en este final de curso. Porque entender qué les sucede y acompañar en ello es fundamental para gestionar comportamientos y situaciones.
Como sabéis en el blog podéis encontrar estrategias, pautas y recursos para ayudar y acompañar emocionalmente a vuestros hijos e hijas.