ABJ Técnicas de estudio

TÉCNICAS DE ESTUDIO Y ABJ

Técnicas de estudio y ABJ (Aprendizaje Basado en Juegos) es posible y motivador. Trabajar técnicas de estudio, orientar y enseñar acerca de ellas, es uno de mis ámbitos de intervención. Trabajo con menores de primaria y secundaria, con menores que presentan dificultades de aprendizaje o menores que requieren de orientación. Y cada menor requiere su orientación y guía en cómo manejar las técnicas de estudio.

 

Los que me seguís, sabéis que me gusta el Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ), y cómo a través de juegos y adaptaciones de ellos se pueden reforzar y trabajar contenidos. Además, esto permite un aprendizaje más dinámico, enriquecedor, activo y significativo.

 

Pues bien, el ABJ es uno de mis recursos de intervención. Recurso en sesiones individuales como en talleres grupales. Hay menores cuando asisten a estos talleres vienen de estar sentados horas en el aula, aprendiendo de manera más o menos activa. Así que, evito impartir mi taller de manera pasiva. Por ello, trato de romper esquemas, motivar y generar interés.

 

Sigo una dinámica más participativa, jugando y rompiendo la visión de una clase en la que recibir contenidos sin actuar.

 

En este artículo quiero compartir cómo las técnicas de estudio y ABJ pueden ir de la mano. Cómo enseñar estrategias de aprendizaje empelando el Aprendizaje Basado en Juegos. Muchos docentes comparten cómo desarrollan sus clases y cómo trabajan los contenidos del currículo. En mi caso, quiero explicar cómo otros contenidos también se pueden adaptar y seguir a través de esta herramienta.

 

En el taller de técnicas de estudio, las asistentes han sido detectives durante varios meses. Así trabajábamos estrategias de aprendizaje resolviendo diferentes casos. Por ejemplo:

 

Se les presentaba un caso (robo, desaparición de personajes, huellas sospechosas, etc), en él había mucha información, alguna importante y relevante, otra secundaria y sin importancia. Con esto comenzaba la primera fase de un método de estudio activo, leer y subrayar, diferenciando los datos importantes de los que no lo son.

 

A partir de aquí, recogían la información en diferentes fichas, según el tipo de esquema que quisiéramos trabajar (cajas, llaves, imágenes o visual thinking). No solo se plantea este tipo de aprendizaje, también se trabaja la atención. Por ejemplo, dando estrategias durante la dinámica, cómo gestionar imprevistos que rompen la concentración… Ofreciendo recursos para retomar la atención previa.

 

Tras ser detectives, y algunos cambios en el grupo con nuevos miembros, decidí cambiar de temática y ampliar a nuevos contenidos. Entre ellos, la comprensión, no solo de textos (que ya se hacía), también en la resolución de problemas, interpretación de datos e imágenes, cálculo y agilidad mental, etc. A partir de ese momento, fueron piratas.

 

El objetivo es encontrar un tesoro. Para ello hay que pasar diferentes etapas, resolver diferentes enigmas, conseguir nuevas pistas, interpretar mapas, unir datos y descubrir tesoros escondidos en islas recónditas.

 

En este caso se introduce el cálculo mental a través de resolución de problemas, interpretación de mapas según pistas, datos o coordenadas. De esta manera se va más allá de un simple análisis de la información. No solo esto, saber planificar y organizar el barco pirata es fundamental, trabajando la planificación semanal de cada uno de ellos según sus propios intereses, necesidades y actividades.

 

Se trabajan muchos contenidos de técnicas de estudio y comprensión lectora, pero de manera muy dinámica, lúdica y divertida. Lo que se convierte en un juego, con el que están aprendiendo y aplicando las pautas dadas.

 

Pensaréis que lo que os acabo de presentar supone semanas de trabajo por parte de los participantes. Y así es. Sin embargo, también se pueden aplicar ese tipo de metodologías a un taller de una hora u hora y media un día puntual. Esto último es lo que sucede en los centros escolares, un grupo con el que trabajar un tiempo limitado. Una sesión en la que salir de una recepción pasiva de contenidos a una activa.

 

Para ello, es aconsejable seguir un tema o una ficha sobre la que trabajar los contenidos de interés. Uno de los materiales que empleo en centros escolares o en talleres de tiempo limitado es “El misterio de la Luna llena”. Con este recurso me presento como una ayudante de detective, el cual también les presenté virtualmente. La cuestión es que había que resolver un suceso extraño, A partir de aquí se comienza a trabajar toda una serie de estrategias de aprendizaje. Todo ello de manera dinámica, intercambiando información, buscando datos y descartando los que no son necesarios, siguiendo las pautas y recursos dados.

 

Con este artículo, quería presentar la relación entre técnicas de estudio y ABJ. Y es que no solo se pueden trabajar los contenidos curriculares a través del juego. El ABJ se puede emplear en diferentes entornos adaptándose a nuestros objetivos, grupos y contenidos. 

 

En el blog podéis encontrar diferentes artículos sobre talleres y proyectos en los que empleo el ABJ. Y recordad…

 

Se puede aprender jugando, pasándolo muy bien.

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