Recursos para las tareas académicas y cómo ayudar en ellas, es una de las demandas de las familias. En el Rincón de los videoconsejos (ese rinconcito que me da tantas alegrías y con el que disfruto tanto) hay una serie de recursos y estrategias para ayudar a los menores en el aprendizaje y en el estudio. 

Con este artículo quiero aclarar una serie de aspectos relativos a la ayuda que se les puede dar a los menores en su aprendizaje. Ojo, no solo en el académico, también en muchos contextos de su vida.

Podemos guiar, orientar y ayudar, pero debemos evitar dar la respuesta y solución a todas sus tareas.

Sobre las consecuencias que tiene hacer las tareas de los hijos y asumir sus responsabilidades, escribí Consecuencias en madres y padres y Consecuencias en los hijos. Además, tuve el placer de hablar más sobre ello en este Buenos días Madresfera con Mónica de la Fuente y Sunne.

El objetivo de este artículo es ofrecer cómo pueden ayudar en casa recursos para guiar y apoyar en las tareas académicas.

¡Ojo! Siempre deben ser ellos los responsables de las tareas académicas, los que las realicen y estén pendientes de las mismas.

Y aquí entra en acción una frase que me encanta… “No seas agenda de tus hijos”. Título del libro de la fallecida Noelia López-Cheda, y frase que me acompaña en diferentes momentos y formaciones.

A veces solicitan una ayudita porque no han entendido algo, están atascados y necesitan un poco de orientación o explicación. No pasa nada, se podemos ofrecer, pero no deis la solución.

Y aquí voy a hacer un inciso… Si no sois capaces de explicárselo, si lo explicáis de manera que no lo entienden o genera conflicto, mi consejo es nota. Nota en la agenda al profesor o profesora pidiéndole que se lo vuelvan a explicar, e incluso haciendo ver a nuestros hijos la importancia de preguntar las dudas desde pequeños.

Hacerles las tareas, porque sea más rápido, por evitar que lo lleve sin hacer, porque nos preocupa el que dirán o por otros motivos, es un “engaño” para el propio menor. Ya que llevará algo bien hecho, sin entender, pero que terminará creyendo que puede manejar sin resolver esa duda.

Así que, lo mejor siempre es la comunicación con cada docente y hacer ver a cada menor que están para enseñarles y resolverles las dudas que tengan sobre lo que están trabajando.

Una vez aclarado esto (de lo que hablo en muchas charlas y en muchas sesiones) retomo el objetivo del artículo, que no es otro que…

Mostrar recursos que son fáciles de crear con los menores y de adaptar a sus características y necesidades. Además se pueden emplear en el estudio y ubicar entre los materiales de trabajo. De esta manera se tienen recursos para ayudar en las tareas académicas.

Quiero aclarar que…

Cada niño, niña y adolescente sigue su ritmo de aprendizaje, cada uno aprende mejor con unos recursos y estrategias que con otros. Lo importante es saberlo y adaptarlo a ello.

Lo que veo en mi trabajo diario es que con los menores lo visual, sencillo y atractivo es más facilitador del aprendizaje. Y no se trata de realizar obras de arte con los contenidos a trabajar, se trata de extraer lo que se debe trabajar de manera simple.

Hacerse “formularios” con fórmulas Matemáticas, Física, Química o Tecnología (según avanzan los cursos). Esta es una manera de tener recogido en una misma ficha todo el contenido relacionado con ello.

En este videoconsejo puse el ejemplo, uno muy cercano para todos los padres y madres (y para todas las personas porque lo hemos aprendido), con las fórmulas para calcular las áreas del círculo, cuadrado, rectángulo, rombo… Tenerlas todas recogidas en una ficha, donde se vayan añadiendo las nuevas, y tenerlo accesible para repasar o practicar es muy útil.

Lo mismo sucede con la gramática de inglés. Recoger las estructuras gramaticales que se van aprendiendo en una ficha, donde diferenciemos interrogativa, negativa y afirmativa en cada una de ellas, los modales… Así se utiliza para practicar.

Los glosarios es otro material muy importante para materias como Sociales, Naturales e Inglés, por ejemplo. Me explico, en las primeras materias indicadas, poner la palabra y definición (a poder ser con las propias palabras) ayuda en el aprendizaje de esos contenidos.

En Inglés, poder contar con un cuaderno en el que irse haciendo un glosario con el vocabulario trabajado en diferentes temas. Además, en diferentes cursos (porque hay vocabulario que se repite y va aumentando) ayudará a tenerlo todo accesible.

Esto nos permite tener recogido de manera sencilla, simple y accesible contenidos que son trabajados a lo largo del curso. De esta manera se facilita el trabajo sobre ellos y su aprendizaje.

Poder orientar y ayudarles en el desarrollo de los mismos será enriquecedor. Además, aportará información acerca del nivel de aprendizaje del menor en las materias correspondientes.

No solo esto, podemos ayudar con muchos más recursos a cada menor. A continuación os presento algunos recursos más…

• Los post-it. Creo que todos los estudiantes deben tener en su escritorio un paquete (ahora los hay de múltiples colores y tamaños). Ayudan a anotar aquello que es importante, a escribir aquella fecha, nombre o definición que nos cuesta, pero la escribimos y pegamos en algún sitio que se vea frecuentemente, por ejemplo.

Una adolescente con la que trabajo los pega en su espejo, porque como ella dice, «allí pasa tiempo y por lo menos va reteniendo esa información».

• Cuadro resumen de operaciones matemáticas. Ya lo comenté en este #videoconsejo donde hablaba de resolución de problemas matemáticos. Disponer de un esquema con la estructura que tiene realizar una u otra operación es importante.
• Panel con tipos de palabras. En lengua los menores van aprendiendo los diferentes tipos de palabras (tipos de sustantivos, adjetivos, adverbios, verbo con sus tiempos…). Elaborar un panel en el que se vayan añadiendo todos estos contenidos ayuda a la hora de realizar análisis morfológico, contando así de un apoyo rápido y no de volverse “locos” buscando los contenidos por el libro.

Y además de esto, aquí os dejo una serie de consejos, recomendaciones y recursos para trabajar otros aspectos. Por ejemplo, la comprensión lectora o las famosas faltas de ortografía (que llevan de cabeza en muchas ocasiones).