LA EXPRESIÓN EMOCIONAL
La expresión emocional es uno de los pilares básicos en el desarrollo emocional. Y una de las preguntas que me hacen muchas familias es «cómo consigo que me exprese sus emociones, que me cuente lo que le sucede». Y es que, en muchas ocasiones nos encontramos con menores (peques y adolescentes) a los que les resulta complicado expresar y contar cómo se sienten.
Sé que esto genera cierto «malestar» o limitación porque como madre o padre no sabes qué sucede y cómo puedes ayudar a tu hija o hijo.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que para favorecer la expresión emocional hay que seguir una serie de pasos. Pasos, pero también constancia y paciencia, porque expresar emociones no surge de manera inmediata si no ha habido un trabajo previo. Aunque hay menores y adolescentes que cuentan todo, y eso es de agradecer (os lo digo por experiencia personal y profesional).
Cuando intervengo con familias o imparto una formación sobre emociones siempre comparto y hablo de unos pasos que guían sobre cómo ayudar en la expresión emocional.
Voy a explicaros un poquito para que lo entendáis, porque visto así quizá no se entienda bien…
- En primer lugar, debemos trabajar la IDENTIFICACIÓN DE LA EMOCIÓN. Es decir poner nombre a lo que estamos sintiendo.
Esto, algunas veces, no es fácil ya que se confunden algunas emociones. Por ejemplo hay peques a los que les resulta complicado diferenciar en algunos momentos el cansancio y la tristeza. Por ello, es importante trabajar el vocabulario emocional y las palabras que designan emociones formen parte de nuestro día a día. Además de ir acompañadas de explicaciones o situaciones.
Identificar la emoción es clave y básica en la expresión emocional. Qué me sucede, qué estoy sintiendo… Porque será el punto de partida para entender muchos aspectos y gestionar las emociones.
- Una vez identificada la emoción, es importante pasar al segundo paso… COMPRENSIÓN DE LA EMOCIÓN. Por qué me siento así, qué ha sucedido, qué estoy pensando, quién está conmigo, qué me han dicho…
Entender qué acompaña a esa emoción que se está sintiendo. Analizar todo lo que la rodea y la ha podido desencadenar o intensificar (pensamientos, conductas, estímulos, situación, etc). Sin embargo, hay ocasiones en que nos encontramos con una frase muy significativa por parte de muchas personas (menores y adultas), «No sé porque me siento (pon la emoción que desees)….»
Os puedo asegurar que mencionar esa frase es un paso muy importante en la expresión emocional. Y es que se identifica algo, pero no se comprende porqué ni de dónde surge. Así que, aquí es donde debemos acompañar. Guiar en el análisis de esa emoción y todo lo que la rodea.
- Por lo tanto, llegamos a ese tercer paso… EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN EMOCIONAL. Se puede expresar cómo te sientes y porqué, o no saber el porqué, pero ya lo has dicho. Y este paso es maravilloso, porque es «dar la voz de alarma» en muchas ocasiones, es la búsqueda de ayuda, o simplemente explicar el porqué de determinadas conductas, reacciones o expresiones.
Esto que aquí escrito parece sencillo no lo es… Para muchas personas expresar sus emociones es muy complicado. Y esto puede deberse a múltiples motivos, ya sea vergüenza, no saber qué sucede, incapacidad para poner nombre a lo que siente, falta de confianza, miedo al qué dirán… No os podéis imaginar la de motivos que he escuchado en menores y adolescentes cuando hablamos de emociones y cómo se sienten, así como en personas adultas en diferentes contextos.
Algunas generaciones venimos de una falta de expresión emocional. No se hablaba de emociones y si se hablaba de ellas las expresiones asociadas no ayudaban (ni ayudan porque hoy día se siguen diciendo). Por ejemplo «no se llora», «tener miedo es de cobardes»… ¿Os suenan? Pero en la actualidad algo de esto ha cambiado, y bienvenido sea el cambio y la evolución.
Se sabe que las emociones son fundamentales en el desarrollo y bienestar de las personas, independientemente de la edad. Por ello hay que prestarlas atención, hablar de ellas, expresarlas y ayudar en su gestión.
Así que, mi recomendación es favorecer la expresión emocional de las personas. Guiar en el proceso y acompañar en cada uno de los pasos, así como ayudar a entender qué se siente y porqué. Aunque en esta parte hay mucha «tela que cortar» porque pueden influir muchos aspectos (pensamientos, personas, momentos, recuerdos, situaciones, etc).
Por último, no hay que forzar la expresión emocional con menores o personas que están más «cerradas». Siempre digo lo mismo, a veces las personas debemos crear espacios, momentos, en los que comenzar a contar y expresar nuestras emociones para así dar pie a que lo puedan hacer los que están alrededor. Pero de esto último, si os parece, os hablaré en otro artículo.
Recordad que en el blog podéis leer más artículos sobre educación emocional, así como recursos que favorecen su expresión y gestión emocional.
No puedo terminar sin mencionar que el cuidado emocional es muy importante y si detectáis alguna necesidad o dificultad, busquéis ayuda profesional.