Trabajar y enseñar gestión emocional con juegos es enriquecedor y muy representativo. Pero ojo, emplear juegos de mesa siempre requiere un conocimiento previo del juego, haberlo jugado y ver cómo emplearlo con el grupo o menor.

Me llegan consultas privadas y en formaciones por parte de profesionales de diferentes entornos educativos sobre recursos para trabajar emociones. Y es que hay demanda de recursos y herramientas para emplear en distintos contextos. Porque el estado emocional y la salud mental está muy presente en la actualidad.

Me preguntar sobre recursos con los que conocer e indagar el estado emocional de personas y del grupo, así como las relaciones entre ellos. Pero también para ayudar y orientar en la gestión emocional. Evidentemente, conocer el estado emocional y favorecer la expresión de emociones es el punto de partida.

Gran parte de las demandas me llegan del profesorado. Docentes de diferentes cursos que ven cómo su alumnado pasa por etapas emocionales diversas, influyendo en sus comportamientos, rendimiento y relaciones. Sé que el tiempo del que se dispone a veces es muy escaso en las aulas, soy consciente de ello. Pero también soy de las que creo que es mejor invertir minutos en resolver conflictos, conocer al alumnado y su estado emocional que centrarse en adelantar materia. Y no hablo de hacer una intervención, porque para eso estamos otras profesionales, pero sí conocer y poder orientar, u ofrecer ayuda y derivar.

Conocer cómo se encuentran los estudiantes (a nivel grupal e individual) es clave de cara a modificar sesiones, entender el por qué determinados comportamientos o conflictos. Y esto a su vez nos aporta información de su rendimiento académico.

Trabajo con menores de diferentes etapas educativas, primaria, secundaria y bachillerato. Y en las sesiones siempre atendemos el estado emocional, porque saber cómo se encuentran es clave para el objetivo y planificación de la intervención. Y ofrecer ese espacio de expresión y análisis, favorece el diálogo, la calma, e incluso la «liberación» o peso que se tiene (las «piedras de la mochila»).

Hay que tener presente que no es lo mismo trabajar a nivel individual que grupal. Sin embargo, se pueden emplear recursos varios para trabajar la expresión y gestión emocional de menores. Así que, voy a compartir algunos juegos de mesa, que considero adecuados para trabajar con grupos en centros escolares y otros entornos educativos. Además, estos juegos pueden ser una herramienta con la que contar en las tutorías. Os explicaré cómo trabajar la gestión emocional con juegos.

IKONIKUS

Este juego de mesa de Manu Palau y de la editorial Brain Picnic, sabéis que es un básico en mi ludoteca y en mis intervenciones con menores (peques y adolescentes).

En este juego el objetivo es indicar la emoción que se sentiría ante una situación dada, eligiendo una carta de las que se tienen en la mano.

Cómo se puede trabajar en aulas o tutorías, de manera sencilla y adaptándolo a las necesidades grupales. Por ejemplo, se pueden seleccionar una serie de cartas, comunes a todos los estudiantes y se plantean preguntas sobre acontecimientos vividos en el aula, o situaciones que se pueden dar. Cada estudiante elige una de las cartas y se hace puesta en común.

Con adolescentes puede ser un gran recurso de aula y en tutoría, tal y como expliqué en Ikonikus con adolescentes. Y es que puede ayudar a conocer al grupo en diferentes momentos del curso según las necesidades y observado en él.

FEELINKS

Feelinks de Vincent Bidault y Jean-Louis Roubira, y distribuido por la editorial Mercurio es un juego de mesa propio de emociones.

Un aspecto significativo de este juego de mesa es que introduce un concepto, la EMPATÍA. Y es que durante el desarrollo del juego esta entra a formar parte del mismo cuando se intenta identificar la emoción de una persona ante una misma situación. 

El juego tiene cartas con situaciones clasificadas en tres contextos: colegio, familia y amigos. Esto nos permite seleccionar unas u otras según nuestro objetivo. Y según la situación indicada, hay que identificar qué emoción se sentiría, pero de las presentes en el centro de la mesa. Posteriormente, hay que reconocer qué emoción sentirá otra persona.

En el artículo, Conociendo Feelinks, os expliqué mi experiencia en intervención grupal y todo lo que puede aportar este juego.

STORY CUBES

Las personas que me siguen y leen este blog saben que los Story Cubes es otro de mis básicos en intervención. No solo psicopedagógica para poder contar historias y todo lo que puede conllevar ello, sino a nivel emocional.

Se pueden adaptar y emplear estos dados para contar cómo nos sentimos, lo que nos gusta, lo que no, a través de una historia. Historia que puede reflejar experiencias vividas. 

Cuando utilizo los dados de Story Cubes para trabajar la parte emocional incorporo un dado de caras de emociones, o tarjetas de diferentes emociones. Durante la historia se lanza el dado de expresiones o se saca una carta, introduciendo la emoción en la narración.

Con esta adaptación se puede ver cómo perciben y experimentan las emociones las personas según las situaciones. Incluso se pueden lanzar los dados comunes para todas las personas y cada persona tiene una emoción «asignada». En este caso podemos ver cómo las mismas imágenes generan historias diversas, pero, también, cómo se vinculan a la emoción.

DIXIT

Dixit es otro de los básicos de una ludoteca, al menos para mí. Este juego de Jean-Louis Roubira es muy reconocido y premiado. Y es que las cartas son preciosas, la mecánica del juego es sencilla y se puede disfrutar en familia o con amigos.

Además, el hecho de ser cuentacuentos a partir de la carta y que el resto de personas tengan que tratar de buscar entre las suyas esa frase o palabra, compartirlas y adivinar quién es cuentacuentos es maravilloso.

En cuanto a la parte que nos preocupa de este artículo, es decir la parte emocional. Dixit se puede adaptar a las emociones, tal y como os expliqué en Dixit y emociones. A partir de las cartas se pueden expresar emociones que esa carta evoque por lo que refleje, lo que recuerde y las experiencias de las personas.

Como se puede ver, podemos trabajar la gestión emocional con juegos de mesa. Seleccionando aquellos que mejor se adapten al grupo, objetivos y necesidades. Pero no solo eso, se pueden adaptar según intereses y demandas.

Sobre adaptaciones de juegos de mesa para objetivos diferentes tenéis bastantes artículos en la categoría Aprendizaje Basado en Juegos. En cuanto a la parte emocional, podéis encontrar artículos en la categoría de Educación emocional.

A veces, no se trata de tener muchos , ni grandes, juegos o materiales. A veces con poco, con unos dados, unas cartas, una guía y una adaptación podemos intervenir y trabajar la gestión emocional de personas (pequeñas, adolescentes y mayores).

Estos juegos son algunas recomendaciones cuya finalidad es dar ideas y recursos para trabajar la gestión emocional con juegos de mesa en diferentes contextos educativos. Evidentemente se pueden emplear otros, así como realizar otras actividades. Si estás interesada en conocer más o quieres una asesoría para saber cómo llevar algún juego en tu entorno, puedes ponerte en contacto conmigo.