Cómo validar las emociones de adolescentes es un tema que interesa a familias y profesionales. Y es que el tema de adolescentes y emociones es un tema que preocupa. A veces se tienen ideas erróneas en torno a las emociones o validación de las mismas. Y es que, no significa estar completamente de acuerdo con lo que siente la otra persona. Se trata de entender y comprender porqué se siente así.

Hace tiempo escribí sobre la validación emocional, cómo y por qué, dando algunas ideas generales. En este artículo me centraré en cómo validar las emociones de adolescentes. Y es que la adolescencia es una etapa de cambios significativos, y las relaciones, interacciones y comunicación con las personas adolescentes también varía.

Por ello, es importante tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de validar las emociones de nuestros adolescentes. Aspectos que a su vez influirán en la relación, comunicación y confianza.

Pero antes de seguir, a qué nos referimos cuando hablamos de validación emocional…

La validación emocional es un proceso de entender, comprender y expresar la aceptación de las emociones sentidas por las personas con las que interactuamos. Es decir, entender y respetar su estado emocional.

Aclarar que el hecho de entender y respetar su estado emocional no quiere decir que lo compartamos, ni consideremos que es lo correcto. Cada persona es única, la vivencia de las situaciones, también, y por lo tanto la emoción sentida también lo será. Podemos compartir el mismo eje de la emoción, pero la intensidad puede variar considerablemente.

Cuando hablo de validación emocional con adolescentes quiero hacer hincapié en la importancia de entender y comprender lo que sienten, escucharles y evitar ridiculizar o infravalorar esa emoción. Y por supuesto, acompañar en el análisis y gestión de la emoción en el contexto dado, buscando alternativas y decisiones.

Visto esto, me gustaría dar una serie de recomendaciones para familias y profesionales con el fin de validar las emociones de adolescentes.

• ESTAR PRESENTE CON ESCUCHA ACTIVA

Este es el primer paso. Estar presente y con una escucha activa, prestando atención a la persona adolescentes y a lo que está diciendo. Y para ello, aléjate de dispositivos, de actividades que estés realizando y focaliza tu atención en la persona, en lo que dice y expresa.

• EVITA INFAVALORAR Y RIDICULIZAR SU EMOCIÓN

Si queremos ganarnos la confianza del adolescente y poder acompañar en ese proceso emocional, es importante respetar la emoción. Pero también, debemos evitar hacer comentarios que infravaloren o ridiculicen lo que sienten. Pensad que nuestro prisma, experiencias y vivencias como personas adultas son muy diferentes a las de las personas adolescentes. Por ello hay que tener en cuenta las perspectivas y que nosotras ya tenemos herramientas y recursos adquiridos.

Evita expresiones como «No es para tanto», «Creo que estás exagerando lo que ha pasado», «Mañana lo habéis resuelto y lo verás con otros ojos», «Te quedan muchas situaciones y palos así en la vida», «Te queda mucho por aprender para que te pongas así». Estas expresiones nos alejan de la persona adolescente, pero además influyen negativamente en su estado emocional, les hacen sentir peor y pueden pensar que lo que sienten no es lo correcto. Por lo tanto, evita frases y expresiones de este estilo y ve hacia un estilo de comprensión y respeto.

• COMPRENDE Y RESPETA SU EMOCIÓN

Como he dicho la validación es entender y comprender la emoción de la otra persona, siempre desde el respeto. Y es que respetar la emoción es un punto de partida, aunque no estemos de acuerdo o la emoción nos parezca exagerada.

Recordad que cada persona somos única y las emociones que experimentamos y sentimos también…

Por ello, escuchar lo que nos cuentan, qué sienten, piensan, por qué o qué conductas consideran realizar, sin juzgarlo es importante. La base es el respeto, la comprensión, pero poco a poco podemos ir desgranando y conociendo más conjuntamente con ello.

• ANALIZAD LO SUCEDIDO Y SU EMOCIÓN

A veces necesitamos saber el punto de partida. Tener toda la información a nuestra alcance. Y a partir de aquí, analizad conjuntamente con ellos qué ha sucedido, la emoción y su intensidad, qué piensan o qué conductas han desarrollado o piensan hacer. Toda la información se puede y debe ir analizando con cada adolescente. Así, se puede acompañar de la mejor manera y validar la emoción que siente de manera adecuada.

• GUÍA Y ACOMPAÑA EN LA TOMA DE DECISIONES Y GESTIÓN EMOCIONAL

Mientras vamos analizando qué ha sucedido vamos acompañando y guiando. Ese acompañamiento y guía en las decisión y en la gestión de sus emociones es fundamental. De esta manera, se les dan herramientas, se ayuda a reflexionar y analizar las situaciones desde una perspectiva de razonamiento y calma.

Recordad que nuestras experiencias, vivencias, perspectiva y recursos como personas adultas son diferentes a las de las personas adolescentes.

Por ello, hay que cambiar las «gafas» de persona adulta con las que vemos la situación, y entender su vivencia con «gafas» de adolescente, así como la falta de herramientas. Y por supuesto, pensad que aún están en pleno desarrollo, no solo físico sino también cerebral, que influyen en las decisiones, reacciones e intensidad emocional.

En el blog tenéis más artículos sobre Adolescentes y Educación emocional, pero seguiré compartiendo más sobre estos temas. Por último, recordad que si estáis en un momento complicado y necesitáis orientación o acompañamiento como familia, para tu adolescente o como profesional, te recomiendo buscar ayuda profesional.