El cambio de etapa educativa es algo que preocupa a las familias. Y ojo, no solo a ellas, también a menores. Y es que el paso de una etapa académica a otra supone cambios significativos en diferentes ámbitos.

Sé que los cambios de etapas educativas, ya sea de escuela infantil al colegio, de infantil a primaria, y de esta a secundaria, son importantes. Y es que tenemos que tener en cuenta que…

No hay únicamente cambios a nivel académico, también en el desarrollo físico, cognitivo y social de cada menor.

Y evidentemente, hay que conocer qué nos encontramos en cada etapa. Pero también cómo gestionarlo porque las demandas que surgen son muy diferentes.

Este artículo trata de recoger una reflexión profesional a raíz de dudas y planteamientos que me llegan por parte de familias. Esas dudas y preocupaciones surgen en mayor medida cuando hay cambios de etapa significativos, o de centro escolar. Cambios como son pasar de la escuela infantil al colegio o el paso de infantil a primaria. Pero donde surgen más dudas y «temores» es el paso de primaria a secundaria, y sobre todo cuando se va del colegio al instituto (este tema da para varios artículos).

Entiendo perfectamente que este último cambio genere más incertidumbre entre madres y padres. También sé que es una etapa en la que los cambios del desarrollo de cada menor son muy significativos. Así que, nos encontramos con un cambio de etapa académica relevante, junto con cambios de la niñez a la adolescencia.

El cambio de etapa educativa va acompañado de cambios académicos, evidentemente. Por ejemplo, de infantil a primaria se pasa de una etapa muy dinámica, centrada en el juego, por rincones, a una más fija. Es decir, hay asignaturas, en un alto porcentaje se trabaja con libros, se pasa más tiempo en los pupitres, las exigencias varían, aparecen tareas para casa…

Conocer esos cambios (independientemente de la etapa) es fundamental para estar preparadas como familias y saber afrontarlos. Así como, saber cómo acompañar a cada menor en esa nueva aventura. 

Siguiendo con el objetivo de este artículo, que no es únicamente para reflexionar, sino también orientar, me gustaría dar una serie de consejos generales.

• Evitad manifestar un miedo excesivo. Si se muestra mucho miedo y preocupación no se ayuda ni a menores, ni a la propia familia, ya que estamos anticipando situaciones que se darán en un tiempo futuro y que no son conocidas directamente.
• No os guieis únicamente por la experiencia de personas cercanas o conocidas. Sé que informarse es importante (soy la primera que lo recomiendo), pero ojo a las informaciones recibidas. Cada menor, cada familia, cada docente y cada clase es única y las experiencias vividas en ellas también.
• Escuchad a vuestro hijo e hija sobre qué piensa que va ser la nueva etapa. Sobre todo cuando cambie de centro, cuando pase a primaria… Conocer qué se imagina, qué opina… Aunque quede lejos, hay momentos de visitar centros (paso al instituto), visitar aulas de primaria en otra planta del cole… Y esto es una anticipación de lo que va a suceder y ayuda en gran medida.

Sé que quedan unos meses para que arranque el cambio de etapa, pero a veces estar informados para poder acompañar y entender qué nos vamos a encontrar es importante. Tan importante como visitar los centros escolares, preguntar su funcionamiento, investigar sobre programas educativos, etc. Y sé que estamos en procesos de inscripción, familias pendientes de las listas de admitidos, excursiones fin de curso, preparación de graduaciones, etc. Lo que nos muestra un final de curso que se acerca, cerrar una puerta para en unos meses abrir otra.

Conocer esos cambios, tanto a nivel académico como del desarrollo, propios de la etapa, y adquirir estrategias para gestionar situaciones, es importante y de gran ayuda para las familias.

Si necesitáis orientación o acompañamiento durante estos cambios de etapa y cómo afrontarla, podéis buscar ayuda profesional.